Pero en su conmemorativa aparición ante las cámaras, quedó más patente lo que no ha cumplido que sus logros en este arranque de cuadrienio. El mismo pareció notarlo, porque se puso a la defensiva. La prensa estadounidense, de enorme olfato, olió pronto la sangre. “Señor presidente”, le dijo el corresponsal de la cadena ABC, “lleva cien días de su segundo mandato, mi pregunta es: ¿tiene aún ‘jugo’ para lograr sacar adelante el resto de su agenda en este Congreso?”. Obama se limitó a citar a Mark Twin. “Rumores de mi desaparición son un poco exagerados en este momento”, respondió. La publicación ‘Político’ captó bien el momento con el titular “Presidente Obama: todavía soy relevante”. Y añadía: “si alguna vez 47 minutos ilustraron la frustración, la atormentadora promesa y la ambivalencia de un segundo mandato, fueron estos”.

¿CIERRE DE GUANTANAMO? La mitad de los medios enfocaron sus crónicas de urgencia con la afirmación de Obama de que intentará “implicar de nuevo” al Congreso para el cierre de la prisión de Guantánamo. Si lo máximo que tiene que ofrecer el presidente en estos primeros cien días es la repetición de una promesa, se podía haber ahorrado la rueda de prensa, porque mencionar Guantánamo hasta que la prisión no esté al menos a punto de ser cerrada es un innecesario recordatorio de algo incumplido.

SIRIA, DONDE DIJE DIGO… Los matices de Obama a su postura sobre Siria fueron el gran tema de la otra mitad de los medios. Tras admitir por primera vez que no hay dudas del empleo de armas químicas en Siria –lo inconclusivo, pues, no está en el qué, sino en quién, cuándo y cómo–, Obama comenzó a mover ligeramente los postes. Advirtió que cuando había dicho que el uso de ese tipo armas por parte de Al Assad sería un “cambio de juego” que obligaría a una mayor implicación para derrocar al presidente sirio, en realidad no se estaba refiriendo a Estados Unidos si no a la comunidad internacional.

ACUERDO SOBRE ARMAS, ARCHIVADO. Lo más importante que ha pasado desde el discurso de inauguración, a nivel legislativo, es el fracaso del intento de Obama de una ley que prohibiera la venta de armas de asalto, que limitara el volumen de cargadores y que aumentara los controles sobre el historial de los compradores. Al final, el proyecto se limitó a este último aspecto, el menos ambicioso, pero igualmente fue rechazado en el Congreso, ciertamente con el peso de los votos republicanos, pero también con la oposición del jefe demócrata en el Senado.

INMIGRACION, MERITO COMPARTIDO. De toda la agenda del presidente en este comienzo de mandato el aspecto que mejor avanza son las negociaciones sobre la reforma inmigratoria. Pero aquí el mérito es compartido, porque también forma parte de la agenda de la dirección republicana.

REGRESA EL TERRORISMO. El atentado de Boston, aunque bien superado su momento crítico, ha vuelto a ligar a Obama con el terrorismo islámico, algo de lo que el presidente quería alejarse lo más posible.