Esta historia ya salió a la luz hace algunas semanas con el descubrimiento de una fosa común con 200 cadáveres cerca de San Fernando, en Atamulipas. Algunas de las víctimas presentaban fracturas en el cráneo y el médico forense estableció que murieron después de recibir múltiples martillazos en la cabeza.

El sicario que ha revelado esta atroz práctica entre los carteles de la droga ha contado que hace varias semanas «Los Zetas» atracaron varios autobuses que iban a la frontera estadounidense y secuestraron a una docena de personas.

Aquí empieza la selección: algunos entran en la banda, otros son asesinados y el resto son nombrados «gladiadores», que como en unapela de gallos, la batalla terminara con la muerte. El ganador de la batalla pasa a convertirse en sicario de la banda.