Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Parrilla  
 
24/07/2014 | ¿Viene otra burbuja?

Daniel Morcate

No sé los lectores pero yo, después de los brutales embates de la Gran Recesión que padecimos —y que muchos aún padecen— he quedado puesto y convidado. Con miedo a sacar la billetera incluso en la intimidad de mi hogar.

 

Si por mí fuera, aboliría además la palabra burbuja del vocabulario. O por lo menos del lenguaje que usan nuestros notables de los negocios y finanzas. Pero parece que eso es improbable. Ya retumba de nuevo la palabreja. La esgrimen como daga afilada colegas periodistas que tienen la ingrata tarea de vigilar la conducta de financieros y empresarios. Advierten que la nueva burbuja está al doblar de la esquina. Que en cualquier momento estalla. Y que en esta oportunidad viene literalmente en auto, pues afecta precisamente a la compraventa de vehículos.

Leí las primeras advertencias sobre el tema a fines del año pasado. Pero en blogs de poca monta que en definitiva viven de meternos miedo para llamar la atención. Por eso no les hice mucho caso hasta que el asunto llegó al New York Times. Dice el decano que la alarma la sonó la Oficina del Controlador de Divisas, la cual grita por lo bajo, discretamente, para no espantar al ya de por sí cobarde Mr. Dollar. Escribió el controlador, o la controladora —pues a lo mejor es una señora— que los préstamos de autos que la gente dejó de pagar aumentaron 13%, el mayor aumento desde el 2007. Y subrayó que el total de préstamos considerados subprime y nonprime ascendió a 34%. Esos términos aluden a empréstitos hechos a compradores de vehículos cuyo crédito es más malo que un rebelde ruso en Ucrania. Significan que lo más probable es que 34 de cada 100 compradores de vehículos no los van a poder seguir pagando.

Y aquí los amigos lectores, que son prudentes compradores de auto, que ya lo tienen pago o abonan puntualmente su mensualidad, se preguntarán: ¿y qué tiene que ver eso conmigo, con mis finanzas, con mi dinero? Es la misma pregunta que muchos nos hacíamos cuando comenzaron a hundirse las hipotecas inmobiliarias hace siete años. La respuesta es que en los tiempos que corren más o menos todos sabemos de dónde nos llega la viruta pero no adónde va a parar. Todo indica que buena parte de la plata que se ha invertido en esos bonos y acciones que engordan los planes de retiro y de inversión se encuentra precisamente en el sector automotriz. Así que saquen la cuenta de lo que pudiera ocurrirles a muchos si la burbuja finalmente hace ¡puf!

Le pregunté a un banquero si ha visto indicios burbujeantes. Y me confirmó que en efecto ve cada vez más y más clientes que no pueden seguir pagando las hipotecas de sus vehículos. La palabra “repo” está a la orden del día, puntualizó, en referencia a la dolorosa práctica de embargarle el auto a quien no puede continuar cumpliendo con sus pagos mensuales. ¿Por qué tanta gente cae en la tentación de comprar lo que no puede pagar? La pregunta nos remite a la condición humana que es muy susceptible a las seducciones y al prurito de tener lo que tiene el prójimo; y a la condición humana de los hábiles fabricantes y vendedores de vehículos que, como antes los de inmuebles, nos crean las tentaciones aun cuando saben que nos hacen caminar por una cuerda floja financiera.

En el mejor mundo posible, cada uno de nosotros compraría lo que en realidad puede pagar y ayudaría a prevenir los reventones de burbuja. Pero como ese no es ni será nunca nuestro mundo, el gobierno federal calladamente está metiendo las narices en el nuevo riesgo. Se dice que la Comisión Federal de Comercio está halando las orejas de los grandes vendedores de autos. Como la principal agencia que los supervisa, podría hacer mucho más. Por ejemplo, podría recomendar sanciones contra aquellos dealers que están aprobando miles de ventas a clientes con créditos dañados. Mejor aún, la comisión y otras agencias federales deberían realizar una campaña nacional para enseñar a los consumidores a navegar, sin encallar ni ahogarse, por las procelosas aguas de la comercialización.

El Nuevo Herald (Estados Unidos)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
20/02/2014|
11/07/2013|
18/04/2013|
14/03/2013|
24/01/2013|
10/01/2013|
13/12/2012|
06/09/2012|
30/08/2012|
16/07/2012|
16/07/2012|
16/07/2012|
16/07/2012|
14/06/2012|
07/06/2012|
10/05/2012|
19/04/2012|
29/03/2012|
08/03/2012|
08/03/2012|
01/03/2012|
01/03/2012|
01/03/2012|
03/11/2011|
09/09/2011|
09/09/2011|
20/05/2011|
20/05/2011|
10/03/2011|
10/07/2010|
01/07/2010|
29/04/2010|
24/09/2009|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House