El agente bolivariano Alex Saab ha contratado al ex juez Baltasar Garzón para que le defienda ante organismos internacionales y ante la justicia de Cabo Verde, donde se encuentra encarcelado.
El Gobierno de Cabo Verde ha autorizado la extradición a
Estados Unidos, aunque la decisión final la tomará un tribunal caboverdiano.
Así lo ha confirmado su abogado defensor, José Manuel Pinto, a la Agencia Efe.
El Ejecutivo avaló la extradición sobre la base de
"la opinión judicial favorable de la Procuraduría General de la
República", que fue enviada el pasado día 8, para su revisión, al Tribunal
de Apelaciones de Barlavento, con sede en la isla de San Vicente (norte del
archipiélago), que asumirá la deliberación final, afirmó Pinto.
La labor de Garzón será encabezar las demandas contra
EEUU y contra el gobierno de Cabo Verde ante la Corte Internacional de La Haya
y ante los tribunales del país africano, que no ha aceptado dos recursos de
habeas corpus interpuestos por el equipo del millonario Saab. Tras su
sorprendente detención en junio, cuando aterrizó en el aeropuerto africano para
repostar gasolina camino de Irán y Rusia, el gobierno de Maduro se ha lanzado a
una defensa a capa y espada de quien presenta como un diplomático
nacionalizado, con inmunidad, encargado de negocios revolucionarios por el
mundo.
Una especie de enviado especial del "presidente
pueblo", aunque no existieran comunicaciones publicaciones en la Gaceta
Oficial ni de su nacionalización ni de sus gestiones diplomáticas.
Otra de las tareas de Garzón será buscar hasta 12
millones de dólares con la interposición de un proceso para la indemnización de
su defendido, un empresario de la colombiana Barranquilla que regalaba llaveros
a sus clientes y que gracias a su vinculación con la ex senadora Piedad Córdoba
accedió al corazón del poder en Caracas. En Venezuela todavía están esperando
que construya las viviendas de su primer y millonario contrato.
El empresario colombiano es un hombre clave para la
revolución y para el propio Nicolás Maduro, no sólo porque sea su principal
testaferro según las investigaciones del gobierno de Washington, del Parlamento
democrático de Venezuela y de la fiscal legítima del país petrolero. Saab
también ejerce como principal operador internacional del régimen chavista, ya
sea en la compraventa de alimentos, envío de gasolina, negocios petroleros y
contrabando de oro. Todos estos negocios marcados por los sobreprecios y la
corrupción desde su origen hasta el desenlace.
La prensa venezolana se ha hecho eco en los últimos días
de las quejas del empresario Saab, que no está contento con las condiciones de
su celda: demasiado pequeña, incómoda y con mosquitos. El agente bolivariano
tampoco está de acuerdo con su dieta actual, muy alejada de la que disfrutaba
habitualmente.
Precisamente Saab es todo un experto en cuestiones
alimenticias: durante años ha proveído de alimentos a la bolsa de comida CLAP,
la actualización bolivariana de la libreta cubana de racionamiento. Una bolsa
subvencionada que se ha convertido en la principal herramienta de control
social del gobierno del "hijo de Chávez", entre denuncias constantes
por su mala calidad y sus sobreprecios.
Muy poco queda del Garzón que "desembarcó" en
América Latina en 1998 tras conseguir la detención provisional del dictador
chileno Augusto Pinochet en Londres. Sus flirteos con la revolución bolivariana
comenzaron con su relación con Hugo "El Pollo" Carvajal, jefe de la
contrainteligencia y la inteligencia durante distintas etapas con Chávez y
Maduro. El antiguo juez de la Audiencia Nacional también ha participado en la
defensa de otro millonario boliburgués en Madrid.
El ex juez forma parte de los amigos de la revolución de
la mano del ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero,
quien también le ha sumado a las deliberaciones virtuales del Grupo de Puebla,
un conglomerado de dirigentes de la izquierda latinoamericana encabezado por el
presidente argentino, Alberto Fernández, y en el que militan prófugos y
condenados como el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa y el ex mandatario
brasileño Lula Da Silva.
"Es el mismo círculo de corrupción y crimen
organizado. Garzón es abogado de Evo Morales y ahora pretende defender a Saab,
principal testaferro de Maduro y su familia", denunció desde el exilio
Julio Borges, canciller de la presidencia encargada de Juan Guaidó.
El dirigente opositor añadió que Zapatero ("quien se
ha convertido en el defensor internacional del régimen y se ha beneficiado del
robo a los venezolanos") es el "puente" entre la dictadura y
Garzón.