Putin seguirá usando el gas para chantajear a los europeos. Estos deberán seguirle el juego para ganar tiempo y llenar los depósitos de gas antes del invierno, opina Andrey Gurkov.
Tras diez días de mantenimiento, este jueves (21.07.2022)
Rusia reanudó el suministro de gas a través de Nord Stream, aunque solo con
capacidad reducida. En la Unión Europea, sobre todo en Alemania, este anuncio
causó un gran alivio. Y es que en la mayor economía de la UE se temía que Rusia
podría inventar un pretexto para cerrar por completo esta ruta de transporte de
gas natural tan importante.
Putin seguirá usando el gas como arma
Vladímir Putin seguirá usando el gas como un arma
poderosa. Si hubiese ordenado suspender por completo el suministro a través del
gasoducto Nord Stream, finalmente hubiera "quemado las naves".
Hoy día, hasta los alemanes más ingenuos parecen haber
entendido que, en la Rusia actual, sobre todo ahora en la guerra contra Ucrania
y la confrontación total con Occidente, el presidente ruso toma estas
decisiones geoestratégicas.
En ese caso, la UE hubiese tenido que declarar el máximo
nivel de alerta y comenzar a implementar los planes para asegurar el suministro
de gas en casos de emergencia. Como consecuencia, el mismo Kremlin y no la UE
hubiese impuesto un embargo al gas ruso.
Después de eso, sería difícil para Rusia reanudar en
algún momento el suministro, ya que esto podría ser interpretado como una señal
de debilidad o una especie de concesión frente a Occidente, o incluso como la
confesión de que, sin sus clientes europeos, Gazprom no es capaz de deshacerse
en ningún otro lado de las inmensas cantidades de gas que extrae.
De esta forma, la estatal rusa podrá seguir generando
divisas, lo cual es importante para una potencia en materias primas como Rusia.
Y más porque en tres semanas el carbón ruso desaparecerá por completo del
mercado europeo, como consecuencia de las sanciones comunitarias. El petróleo
ruso desaparecerá hasta finales del año.
No obstante, en la actual situación, otro aspecto parece
ser mucho más importante para el Kremlin: al reanudar el suministro de gas a
través de Nord Stream, Moscú sigue teniendo la posibilidad de aterrorizar a los
europeos y amenazarlos con cerrar el grifo.
Gazprom podrá seguir chantajeando
Aduciendo fallas técnicas y el mantenimiento de las
turbinas, Gazprom podrá reducir nuevamente el suministro, así como sucedió a
mediados de junio poco antes de que los jefes de Estado y de Gobierno de
Alemania, Francia, Italia y Rumania visitaran Kiev para interceder a favor de
una adhesión de Ucrania a la UE.
En esta situación tan humillante, a la UE, sobre todo a
Alemania, el principal culpable de la actual dependencia de los europeos del
gas ruso, no les quedará de otra que aguantarse. Aguantarse, a fin de ganar
tiempo, el tiempo necesario para llenar los almacenes europeos con la mayor
cantidad de gas posible antes del invierno.
Dependencia de Rusia se reducirá en 2023
Actualmente, en promedio, los depósitos de la UE están
llenos en un 65 por ciento, lo cual es muy bueno. De esta forma, la meta de
alcanzar entre un 80 y un 90 por ciento dentro de tres meses y medio se vuelve
realista. De hecho, Polonia, Suecia y Dinamarca ya han alcanzado esta meta,
mientras que la República Checa, España y Francia se acercan a ella. En
Alemania, están llenos en un 65 por ciento.
Si los almacenes se llegan a llenar completamente,
existirá la posibilidad de reducir los precios exorbitantes del gas. Sin
embargo, para los europeos una cosa es más importante: evitar una falta de
energía en los próximos meses de invierno, que los obligaría a limitar o
incluso suspender el suministro de gas a empresas industriales. Sin su
funcionamiento, otros sectores podrían llegar a paralizarse, llevando el país a
una recesión.
El próximo invierno es crucial. Ya en 2023 todo será mejor
porque habrá aumentado el suministro de gas a través de gasoductos de otros
países, se habrán inaugurado nuevas terminales de gas natural licuado y las
medidas de ahorro de energía habrán empezado a surtir efecto. El gobierno
alemán calcula que en el verano de 2024 se habrá independizado del gas ruso.
La tarea más importante
De momento, esta dependencia sigue siendo muy alta, por
lo que la UE en su totalidad sigue siendo vulnerable a nivel económico y
político. Esto reduce la facultad del bloque comunitario de ayudar a Ucrania.
De ahí que ahora la tarea principal de la UE sea llenar los almacenes de gas lo
antes posible. Para alcanzar esta meta, debemos seguirle el juego a Putin.
Hagámosle creer que los europeos están a su merced y que
es posible revivir el proyecto del gasoducto Nord Stream 2. ¡Qué se alegre de
ello! Y si insiste en que Canadá le devuelva la turbina Siemens para reparar el
gasoducto, ¡devuélvansela! Debemos ser pragmáticos, ganar tiempo. En la guerra
del gas, al igual que en una guerra en el campo de batalla, debemos abandonar
temporalmente una posición a fin de poder seguir luchando.
Mientras Putin juega sus juegos del gas y asegura en la
televisión rusa que todo marcha según lo previsto, los países de la UE seguirán
llenando sus almacenes. Desde este punto de vista, la reanudación del
suministro de gas a través de Nord Stream es una importante victoria parcial
para los europeos. Han ganado tiempo y un poco de gas.