El Ejército del Kremlin ya llegó al máximo de su eficacia, dice el exgeneral estadounidense Ben Hodges. Hasta finales de año, Kiev podría recuperar los territorios ocupados, si Occidente le entrega suficientes armas.
Los combates entre la Wehrmacht, el ejército de la
Alemania nazi, y el Ejército Rojo de la Unión Soviética, en 1943, en el sur de
Ucrania, duraron varios meses. Hasta que la Wehrmacht finalmente se retiró
hacia la orilla occidental del río Dniéper, a principios de noviembre. Los
alemanes habían sido previamente derrotados en Stalingrado y se unieron bajo el
mando del mariscal de campo Erich von Manstein, un nacionalsocialista acérrimo,
en lo que se conoció como el Grupo de Ejércitos Sur.
"La Wehrmacht alemana tuvo que desplegar cientos de
miles de soldados solo para proteger las líneas ferroviarias en Ucrania y
Bielorrusia", dice Ben Hodges a DW. El general retirado estadounidense y
excomandante supremo de las fuerzas estadounidenses en Europa hace una
comparación con la guerra de Rusia contra Ucrania, este verano, y los exitosos
ataques de Ucrania. Como en el caso reciente en el aeródromo de Saki, en la
península de Crimea anexada por Rusia. O cuando, en las últimas semanas, la
artillería ucraniana bombardeó más de 50 depósitos de municiones y unidades de
comando rusas en las áreas ocupadas por Rusia en Ucrania en las últimas
semanas. "Los rusos ni siquiera tiene suficientes personas ni capacidades”
para proteger su logística operativa, añadió Hodges. "Eso demuestra que
son vulnerables. Y también que su sistema logístico está agotado”.
Armas y soldados, cruciales como en la II Guerra Mundial
Pero la comparación histórica es complicada. En ese
momento, la Wehrmacht estaba librando una brutal guerra de exterminio,
impulsada por la ideología del régimen nacionalsocialista. Y también las
dimensiones son otras: el Ejército Rojo perdió solo al avanzar por el Dniéper
1.200.000 soldados, entre muertos y heridos. Al comienzo de su invasión de
Ucrania, el 24 de febrero, el Kremlin llevó 150.000 soldados hasta la frontera
con Ucrania. Y sin embargo, la gran dimensión geográfica de Ucrania puso a
Rusia en la II Guerra Mundial ante problemas similares al de hoy, en lo que
respecta a la llegada de nuevos soldados y equipamiento. "Rusia ahora es
extremadamente vulnerable en ese lugar”, dice Hodges. El exgeneral, junto con
otros renombrados exmilitares, políticos y analistas del Gobierno de EE. UU. y
sus aliados, está pidiendo para Ucrania sistemas de armas aún más inteligentes,
como el misil de corto alcance ATACMS (Army Tactical Missile System), con un
alcance de 300 kilómetros. Este misil también puede ser disparado por las
piezas de artillería HIMARS de EE. UU., que Ucrania ha utilizado recientemente
para obtener el mayor éxito contra las fuerzas rusas.
Un ataque nuclear de Rusia es "improbable”
Sobre todo el asesor de seguridad en la Casa Blanca, Jake
Sullivan, se mostró en contra de la entrega de ese tipo de sistemas de
armamento a Ucrania, por temor a una escalada. Sin embargo, el exgeneral Hodges
dice que Rusia no tiene más posibilidades de escalada que el uso de armas
nucleares, lo que considera "extremadamente improbable”, ya solo por el
hecho de que en Ucrania no hay objetivos "que pudieran cambiar el campo de
batalla a su favor”. Además, hasta el uso de un misil nuclear táctico de
reducido poder de destrucción en Ucrania provocaría que EE. UU. y Gran Bretaña
entraran en esa guerra.
Entonces, según Hodges, la guerra de Rusia contra Ucrania
se decidiría de manera convencional. Es por eso que Ucrania necesita equipo
militar más moderno y entrenamiento para sus soldados, dice.
Desde hace meses, el presidente ucraniano, Volodimir
Zelenski, ha estado anunciando una contraofensiva en el sur de Ucrania. Pero
hasta ahora el equipo militar no es suficiente para eso, dice el experto alemán
en seguridad y en Ucrania Nico Lange. Ucrania aún no tiene "suficientes
vehículos blindados y tanques de combate como para reconquistar realmente un
territorio decisivo en esa vasta área de la estepa del sur de Ucrania con un
gran contraataque". Sobre todo, critica la renuencia de Alemania a enviar
armas pesadas a Ucrania. Ahora que Ucrania tiene una oportunidad, no ha llegado
suficiente ayuda, explica.
¿Victoria de Ucrania a finales de año?
Ahora es el momento de no solo ayudar a Ucrania "a
cuentagotas”, sino de entregar todo lo que sea posible. De ese modo, Ucrania
podría liberar los territorios ocupados por el Kremlin hasta finales de este
año, y luego también Crimea y el Donbás, en negociaciones, en los próximos
"uno o dos años”. Aparentemente, dice, el curso de la guerra en Ucrania
parece haber llegado a un punto muerto, pero Ucrania está aprovechando el
tiempo para "crear una tropa hasta que esté lista, hasta que esté
entrenada, hasta que tenga suficiente poder de penetración". Para él está
claro que, según la teoría del mayor general prusiano y teórico de la guerra
Carl von Clausewitz, las fuerzas armadas de Putin en Ucrania han llegado al
"punto culminante". Si la influencia del Ejército ucraniano es lo
suficientemente fuerte y la infraestructura de Rusia está lo suficientemente
debilitada, entonces, según Hodges, Ucrania "lanzará el gran
contraataque".