Ambos mandatarios se reunieron este jueves más de una hora en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en donde abordaron, en su quinto encuentro bilateral, asuntos desde la seguridad hasta la inmigración, pasando por cuestiones comerciales. La reunión se celebró con el recuerdo del asesinato del agente de aduanas estadounidense Jaime Zapata el pasado 15 de febrero en San Luis de Potosí, incidente en el que resultó herido otro agente.

Ambos mandatarios aprovecharon ese incidente para resaltar la cooperación bilateral, en particular después de las duras críticas que Calderón lanzó en una reciente entrevista a la colaboración en Estados Unidos. "Tenemos muy presente que la batalla que lucha el presidente Calderón en México" contra los carteles del narcotráfico "no es sólo su batalla, sino también la nuestra, y nosotros debemos asumir nuestra responsabilidad", destacó Obama.

Seguridad en la frontera

Obama aseguró que se acelerará la entrega de equipos a México para la lucha contra el narcotráfico. Su país tiene previsto desembolsar 500 millones de dólares dentro de la Iniciativa Mérida de cooperación contra la droga a lo largo de este año fiscal. Puso también de manifiesto la mayor captura de armas en la frontera y subrayó que se combate la demanda de estupefacientes en EE.UU. con programas de educación y divulgación.

Por su parte, Calderón descartó que los agentes estadounidenses en misión en México puedan llevar armas, aunque aseguró que se estudiarán "alternativas" para mejorar su seguridad. "Queremos que tengan las mejores condiciones para su seguridad", declaró el presidente mexicano, y recordó que en México "hay restricciones legales muy importantes" a las funciones que pueden desarrollar, incluida la tenencia de armas o su acción en el ámbito de la justicia. Prometió que explorará "alternativas" con el Congreso mexicano, "que es quien tiene la última palabra", y en particular el Senado, aunque precisó que esas opciones siempre "serán las que la ley, la Constitución, nos permitan".

Acuerdos comerciales

Los dos mandatarios anunciaron también el logro de un camino para solucionar la disputa sobre la circulación de camiones mexicanos por territorio estadounidense. La ruta acordada permitirá el establecimiento de un programa recíproco y gradual, "basado en los más altos estándares de seguridad", que permitirá el paso de los camiones de ambos países por la frontera bajo los acuerdos del Tratado de Libre Comercio para Norteamérica.

Hasta ahora, los camiones mexicanos podían entrar en EE.UU., pero estaban limitados a una estrecha franja fronteriza, pese a lo previsto en el Tratado de Libre Comercio para Norte América (TLCAN) de 1994, por lo que México impone aranceles en represalia.

Inmigración

El presidente estadounidense reiteró también a Calderón su determinación a reformar el sistema de inmigración y expresó su voluntad de cooperar tanto con demócratas como con republicanos para conseguirlo. A este respecto, Calderón mostró su satisfacción y aseguró que "valoro su apoyo claro y decidido a dar un impulso a la reforma migratoria en este país, y su apoyo a los derechos de las comunidades, con independencia de su origen".