George W. Bush lanzó dos guerras, pero muchos elementos de ellas y la mayoría de las actuaciones en otras partes del mundo fueron diseñadas por miembros de su equipo, con gran autonomía en el caso de Condoleezza Rice. Hillary Clinton ha tenido menos carta blanca que ella. Por su peso personal ha podido tener una voz y una gran agenda de viajes que le han dado justo protagonismo, pero el nuevo secretario de Estado, John Kerry, probablemente quedará más diluido, en un segundo mandato en el que Obama, con más motivo, pondrá su firma en cualquier política que vaya a definir su legado.

HILLARY ADVIERTE. Hillary Clinton deja el puesto con una advertencia sobre el repliegue que Estados Unidos está llevando a cabo. “Cuando América está ausente, especialmente de los escenarios inestables, hay consecuencias. El extremismo echa raíces, nuestros intereses sufren y nuestra seguridad en casa está amenazada”, dijo esta asemana en su comparecencia en el Senado. Un editorial del ‘Washington Post’ interpreta esto como una referencia al deseo de Obama de no implicación en Siria o Mali, que sigue al desapego hacia Irak y Afganistán y otros sitios conflictivos. “Si Obama continúa evitando un papel activo de EEUU en esos lugares, o se retira de uno de ellos, habrá consecuencias, como Clinton dijo”, escribía el diario.

NORTE DE AFRICA. Clinton ya presionó en su día a la Casa Blanca para que EEUU se implicara militarmente en expulsar a Gadafi del poder en Libia y ahora parece lamentar el freno que Obama está poniendo a cualquier acción para confrontar directamente a Al Qaida del Magreb en Mali. “No podemos permitir que Mali se convierta en puerto seguro. Tenemos que tener una mejor estrategia”, dijo la secretaria de Estado. Nuevamente, el ‘Washington Post’ lo contrastaba con el acento puesto por Obama en su discurso inaugural de concluir una década de guerray concentrarse en asuntos domésticos.