Ningún estamento del Estado ha prestado vigilancia a sus actividades tras colgar el uniforme.
Más de
un millón de agentes de policía abandonaron sus corporaciones en los últimos
cuatro años, según cifras oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública
federal. Ninguna dependencia del Estado ha dado seguimiento a sus actividades
tras colgar el uniforme, por lo que se desconoce cuántos de ellos han podido
incorporarse a las filas del crimen, común u organizado. Según el ministro
Genaro García Luna, la mayoría de estas bajas correspondían a policías locales.
1.600.000
personas han trabajado en los cuerpos municipales, estatales y federales en la
presente administración, pero en la actualidad sólo ejercen como delegados de
la autoridad 427.354, por lo que alrededor de 1.200.000 agentes han sido
destituidos o han renunciado a sus puestos. De los elementos activos, 196.030
son policías estatales; 165.510, municipales; 35.386, federales; 26.928,
ministeriales y 3.500 pertenecen a la Agencia Federal de Investigación.
A partir
de los datos de la Secretaría, en los cuerpos locales se da el mayor índice de
rotaciones y bajas: el sesenta por ciento de estos agentes ganan mensualmente
menos de cuatro mil pesos (240 euros). En fechas recientes se anunció el
despido de 3.200 efectivos de la Policía Federal que no habían superado las
pruebas de confianza; otros mil agentes están en proceso de ser expulsados de
la institución.
Estas
cifras contrastan con los anuncios del Gobierno sobre la supuesta debilidad de
los grupos del crimen organizados, quienes, presuntamente, se están viendo
obligados a reclutar de manera forzada a inmigrantes irregulares para nutrir
sus bandas de sicarios.