A pesar de la violencia, México es el destino favorito para decenas de miles de estudiantes de Estados Unidos y Canadá durante las vacaciones de primavera.
En
Cancún, la fiesta nunca termina, por lo que puedes elegir tu hotel de
vacaciones de primavera basándote en el nivel de ruido. Lo más probable es que
si no eliges un lugar tranquilo, vaya a ser así durante siete días seguidos. Y
eso no puede ser malo. Cancún es como Las Vegas de México, y los hoteles no son
una excepción. En las vacaciones de primavera significa una cosa: ¡Fiesta!
Este es
uno de los cientos de anuncios que, desde internet, intentan atraer hacia
México a los más de cuatro millones y medio de estudiantes de EE.UU. y Canadá,
universitarios y de secundaria, que durante este mes disfrutarán de sus
vacaciones de primavera: el «Spring break», o vacaciones de marzo, o fiestas de
Pascua... En algunos campus canadienses todavía tienen valor para llamarlas
«reading week» o «study week» (semana de lectura o de estudio).
México
es el primer destino turístico de estos jóvenes fuera de sus fronteras. Dentro
de USA los principales puntos de reunión son Fort Lauderdale, que desde el
final de la II Guerra Mundial y hasta los ochenta llegó a acoger a 350.000
visitantes en esta época, Daytona Beach (con unos 200.000 turistas a comienzos
de este siglo) y, más recientemente, Las Vegas.
Por si
el —principal atractivo local— no fueran suficientes, algunas localidades
mexicanas ofrecen esparcimiento extra como Puerto Vallarta, donde hasta el 6 de
abril se celebrará «Electro Beach», una macro «rave» por la que pasarán famosos
«disc jockeys» internacionales. Aunque, a partir de cierta hora, cabe dudar de
si estos jóvenes como escapados de una canción de los Beach Boys son capaces de
distinguir a David Guetta de «Paquito el Chocolatero».
Pero las
preocupaciones de sus mayores no parecen proceder de los concursos de «miss
camiseta mojada» (muchachas en flor rebosantes de margaritas), las pulseras
«mágicas» que abren las puertas de las discotecas o la conjunción de jóvenes
embravecidos en escasos centímetros cuadrados de toalla playera. No. El miedo
surge, para no variar, de la amenaza del narcotráfico.
Así,
Texas ha emitido una alerta en la que insiste a los estudiantes para que no
viajen a México, debido a la «continuación de la violencia en todo el país»;
incluso, precisa, en zonas de esparcimiento como Cancún, Acapulco, Mazatlán,
Cabo San Lucas y Tijuana. Esta advertencia se une a la del Departamento de
Estado, que ya recomienda evitar 18 de las 32 entidades federales mexicanas.
Por su parte, la Secretaría de Gobernación mexicana replica que el temor tejano
«distorsiona la realidad, tiene datos parciales, no obedece a una saludable
convivencia, es unilateral, nos sorprende y lastima».
Lo
cierto es que Cancún, principal destino de los «spring breakers», espera un
repunte de un 15 por ciento en los turistas que llegarán durante este mes, por
lo que aguardan a unos 50.000 visitantes, aunque hace apenas una década el
número de turistas era más del doble. Y Acapulco, que solía recibir a 17.000
chavales, el pasado año tuvo que conformarse con 75 valientes o despistados. El
asunto ha dado hasta para el guión de una película, titulada «Spring breakers»
en un alarde de originalidad, y que protagonizará la estrella juvenil Selena
Gómez . Y como ya no hay invención americana que no encuentre réplica en
España, para mediados de abril se ha organizado el «Mojácar spring break», que
ofrece «más de mil jóvenes, sol, playa, fiesta y mucho más».