Los miles de millones de pesos destinados desde la anterior administración no han sido suficientes para tener a punto obras con aspiración emblemática como la Estela de Luz (que no estará terminada hasta finales de 2011, como pronto) o el Parque Bicentenario, pero peor lo tienen muchos municipios del país que, a resultas de la crisis económica o la amenaza de la violencia, han reducido o eliminado los actos conmemorativos.
El presidente, Felipe Calderón, oficiará la ceremonia del Grito por partida doble: en la noche del 15, desde la balconada del Palacio Nacional de la Ciudad de México; en la madrugada del 16, desde la parroquia en la localidad de Dolores Hidalgo (Guanajuato), donde el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla puso en pie el movimiento en favor de Fernando VII y en contra de la invasión francesa de España en 1810 y que devino, once años después, en la independencia de la colonia. Pero el alcalde de Ciudad Juárez, José Reyes Férriz, repetirá la arenga del cura Hidalgo de manera «virtual», ya que se producirá a puerta cerrada y en un sitio que se desconoce.
En el Distrito Federal se espera que más de un millón de personas salgan a la calle, bajo la vigilancia de 13.000 policías. Sin embargo, las autoridades han sugerido que se disfrute del espectáculo desde la comodidad de los hogares, por televisión.
En Chihuahua, el estado más violento del país, cinco ciudades no tendrán celebraciones al no poder garantizar la seguridad de sus habitantes. En Ciudad Juárez, Práxedes G. Guerrero, Guadalupe Distrito Bravos, Ascención y Jiménez, los respectivos gobiernos municipales reconocieron que no existen condiciones de libertad para celebrar.
Y en Tamaulipas, el estado donde más se ha incrementado la violencia en los últimos meses, diez municipios anunciaron la cancelación de los festejos patrios. Dos de ellos tan importantes como Ciudad Madero y Matamoros, donde no se llevará a cabo el tradicional desfile cívico-militar. En Reynosa se trasladará la ceremonia del Grito al Parque Cultural, donde es posible desplegar un operativo de seguridad con garantías. Los municipios de San Marcos, Coyuca de Benítez, Leonardo Bravo, Ixtcapuzalco y Atlamajalcingo del Monte no tendrán ni «Grito» ni desfile, debido a problemas políticos y económicos.
Tampoco en Morelia (Michoacán) habrá la tradicional verbena popular que se celebra después de la ceremonia del Grito de Independencia, después de los atentados que en 2008 provocaron la muerte de 8 personas en pleno Centro Histórico.
Los gobiernos de Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Nayarit, Colima, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Guerrero, Morelos y Puebla tampoco han escatimado medidas extraordinarias de «blindaje» para evitar ataques del crimen organizado durante las celebraciones ciudadanas y los desfiles de las fuerzas armadas.