Enrique Peña Nieto, que hoy toma posesión de su cargo como presidente de México, dio a conocer anoche la composición de su Ejecutivo, en el que se alternan colaboradores cercanos durante la campaña electoral y en su etapa como gobernador del Estado de México junto a «dinosaurios» del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que rigió el país entre 1929 y 2000.
Los dos hombres fuertes del Gabinete son Miguel Ángel Osorio Chong, encargado de una reforzada cartera de Gobernación y que ejercerá como vicepresidente «de facto» y ministro del Interior, y Luis Videgaray, quien queda al frente de Hacienda y Crédito Público. Pesos pesados del PRI como Pedro Joaquín Coldwell (Energía), Emilio Chuayffet (Educación) o Jesús Murillo Karam, nuevo procurador (fiscal) general de la República; cinco exgobernadores y dos «exiliados» del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) forman parte de una lista en la que incluso hay espacio para que el aún ministro de Hacienda de Felipe Calderón, José Antonio Meade, se haga cargo de Relaciones Exteriores.
«Confío plenamente en mi equipo de trabajo y reconozco su trayectoria, la cual avala su compromiso con México», escribía Peña Nieto en su cuenta de Twitter nada más anunciarse los nombres de sus colaboradores. En el Gobierno hay dos subsecretarios, Manuel Mondragón y Julián Olivas, que estarán de manera interina al frente de los despachos de Seguridad y de la Función Pública. Ambos departamentos están condenados a desaparecer una vez se apruebe en el Congreso la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.