Bastó, en la mayoría de los casos, un alto nivel de aceptación popular (en muchos casos ni siquiera justificada como se vio luego) para que los mandatarios de varios países de América Latina pensaran en la necesidad de hacerse reelegir. Y casi en todos, gracias a cambios constitucionales gestionados para lograrlo.

Comenzando por Argentina, donde solo dos presidentes lograron la reelección directa. El primero fue Juan Domingo Perón, elegido en 1946 y reelegido en 1951, después de reformar la vieja Constitución de 1853. En 1955, su periodo terminó abruptamente a manos de un golpe de estado.

Su paisano Carlos Menem salió electo por primera vez en 1989. En 1994 logró un acuerdo con el ex presidente Raúl Alfonsín y con su partido, la Unión Cívica Radical (UCR) para reformar la Constitución e incluir la reelección presidencial, que le permitó asumir un segundo mandato de cuatro años (el anterior fue de 6), en 1995.

Bajo esta fórmula constitucional, aún vigente, se dice que el actual presidente, Néstor Kirchner, aspirará a un nuevo período presidencial en las elecciones del 2007.

El caso Cardoso

Lo de Brasil es paradigmático, pues allí hoy nadie quiere saber de la reelección, pues consideran que genera efectos perniciosos en la democracia. Para no ir tan lejos, hace más de un año Luiz Inácio Lula da Silva viene dedicando su primer mandato a la obtención de un segundo.

En 1994, Fernando Henrique Cardoso llega a la presidencia de Brasil para un periodo de cuatro años, pero en enero del 97 consiguió le aprobaran –después se supo que fraudulentamente–, una enmienda constitucional para dar paso, primera vez en la historia de Brasil, a la reelección en mandatos consecutivos.

Fue así como en 1998 Cardoso asumió un nuevo periodo que se extendió hasta el 2002.

El segundo mandato de Cardoso fue de poco crecimiento pero de muchos escándalos, y acabó en desastre. El peor, que había hecho una millonaria compra de votos de diputados para hacer aprobar el cambio constitucional, según denunció el diario Folha de Sao Paulo. Hoy, hasta el propio Cardoso se cuenta entre quienes piden eliminar la reelección.

Por lo pronto, Lula ya cedió a la tentación, aunque ha dicho que "filosóficamente" no está de acuerdo con ella, y en octubre próximo va a intentar reelegirse para un nuevo mandato.

Tradición venezolana

El caso de Venezuela sí es de larga tradición. La Constitución de 1961 permitía la reelección presidencial, aunque no inmediata, sino tras dos períodos de cinco años.

Dentro de este esquema fueron relegidos Carlos Andrés Pérez (1973-1978 y 1988-1992), que salió por presiones políticas y acusaciones de corrupción, y Rafael Caldera, presidente desde 1969 hasta 1973, y de 1993 hasta el 98.

Chávez ganó las elecciones de 1998. A su llegada, convocó la realización de la Asamblea Constituyente, que modificó la Constitución, aumentando el período a seis años y permitiendo reelección inmediata.

En el 2000, participó en la nueva elección y salió por segunda vez, con casi el 60 por ciento. En vista de que estos comicios se realizaron bajo una Constitución nueva, el Poder Judicial decidió que este debía contarse como su primer período presidencial.

Uno de los episodios más insólitos es el de Alberto Fujimori, hijo de inmigrantes japoneses y uno de los dos únicos mandatarios que lograron la reelección en la historia del Perú (el otro es Fernando Belaúnde, 1963-68 y 1979-85).

Tras vencer a Mario Vargas Llosa en 1990, con 56 por ciento de los votos, este ingeniero agrónomo salió del anonimato para convertirse en todo un fenómeno. Su ascenso lo debió en parte a la recuperación económica y la pacificación del país, luego de desarticular a los grupos terroristas, aunque con crecientes muestras de autoritarismo.

En 1995, fue reelegido por primera vez, venciendo al ex secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuellar, con 64 por ciento. Pero la controversia llegaría pronto, pues mediante una leguleyada, Fujimori defendió que su elección en 1990 no podía ser contabilizada, pudiendo ser reelecto (por tercera vez). Y se lanzó. En el 2000 obtuvo el 49,8 por ciento de los votos en solitario, luego de que su contendor, Alejandro Toledo, se retiró tras la primera vuelta.

Hoy, Perú es otro de los países que no permite la reelección presidencial inmediata, por si acaso.

Qué va de primera a segunda elección

Los más recientes experimentos de reelección, de las últimas tres décadas, no muestran cambios dramáticos entre los porcentajes obtenidos para las dos presidencias, excepto Alberto Fujimori, que llegó al 64% de los votos. Los casos de Fujimori y Chávez son atípicos, pues repiten su primera Presidencia por el cambio constitucional.

Hugo Chávez
(Venezuela 1998 - hasta hoy)

En 1998, Hugo Chávez ganó la Presidencia con el 62,46%. En el 2000, tras reformar la Constitución, ganó con el 59,75%.

Alberto Fujimori
(Perú 1990-2000)

Venció al novelista Mario Vargas Llosa en 1990, obteniendo el 56% de los votos. Frente a Javier Pérez de Cuéllar, en 1995, logró el 64%.

Fernando H. Cardoso
(Brasil 1994-2002)

Cardoso venció en su elección de 1994 con el 53% de la votación. En 1998 fue reelegido con el 54,3% de la votación.

Carlos Menem
(Argentina 1989-1999)

En 1989 obtuvo el 51% de los votos. En 1995, salió reelegido con una cifra muy similar, el 50,5% de la votación.

Rafael Caldera
(Ven. 1968-1974 y 1994-99)

Al cuarto intento, obtuvo para su primera presidencia apenas el 29,1% de los votos. Para la segunda recibió el 33,5%.

Carlos A. Pérez
(Ven. 1973-1978 y 1989-1992)

La primera vez ganó la Presidencia con el 48,7% de los votos. En la reelección recibió el 54,6% del total de la votación.

Óscar Arias
(C. Rica 1986-1990 y 2006- ...)

Para su primera presidencia logró 54% de los votos. En marzo pasado, con el 40,92%, ganó por un margen de solo 1,1%.

REDACCIÓN INTERNACIONAL*
*Con información de Valentina Lares, corresponsal en Venezuela, Paola Pinedo García (Perú), José Vales (Argentina) y Luis Esnal (Brasil).