El presidente Alberto Fernández hizo explícita su solidaridad con las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela que, dijo, “sostienen valores democráticos”.
Así como lo leen, el presidente de Argentina, Alberto
Fernández, dijo al diario Folha de Sao Paulo que la inflación en su país era
“autoconstruida, está en la cabeza de la gente”.
El año pasado la inflación alcanzó un indecoroso 94.8 por
ciento. Para este año las proyecciones van desde 60 a 85 por ciento.
Un día antes del inicio de la Cumbre de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Buenos Aires, el mandatario
dijo que la inflación en su país es una cuestión mental, producto de la manera
de ser de los argentinos.
“Gran parte de la inflación es autoconstruida, está en la
cabeza de la gente. La gente ve en el diario que va a subir el combustible y
entonces empieza a aumentar, por las dudas. La inflación es como que a uno le
impide proyectar el futuro y, por lo tanto, es todo más difícil, y es cierto
que los argentinos somos casi expertos en proyectar el futuro con la inflación,
y lo que tenemos que hacer es erradicar esa lógica inflacionaria”, dijo.
Tómala. Otro que se vuela.
Qué hemos hecho, madre santísima, para tener presidentes
que atribuyen la inflación a un estado mental de la gente.
Que hablan con pajaritos que les traen el mensaje de un
muerto para el pueblo venezolano y les indica por quién votar en las
elecciones.
Que dan autogolpes de Estado para no rendir cuentas a las
acusaciones de la fiscalía peruana por corrupción de sus familiares.
Que señalan a la mala conciencia como la causante del
contagio de Covid y que la enfermedad se frena con un billete de dos dólares,
mientras morían 700 mil mexicanos por la pandemia.
Que meten a la cárcel a los candidatos presidenciales
opositores para seguir en la presidencia de Nicaragua, con su esposa como
vicepresidenta.
Que condenan a 11 años de cárcel a los compositores de
una canción de protesta, Patria y vida, porque no les gustó a los dictadores de
Cuba.
Y todavía anda por ahí otro que aconsejó a los bolivianos
no comer carne de pollo porque las hormonas que le inyectan a las aves detonan
la homosexualidad.
El argentino dijo el martes que los países de la Celac,
incluidos Nicaragua, Cuba y Venezuela, “sostienen valores democráticos que se
han visto amenazados por la ultraderecha”.
Hizo explícita su solidaridad con las dictaduras de esos
tres países que, dijo, “sostienen valores democráticos”.
Desde la capital mexicana, el presidente López Obrador
felicitó a su colega y amigo Nicolás Maduro por cancelar su asistencia a la
reunión, pues había una trampa de “los medios conservadores” argentinos contra
el dictador venezolano.
Intervencionismo puro: “Hizo muy bien Maduro en no
prestarse, en no caer en una trampa mediática en Argentina, que deberían de
estar avergonzados, ofreciendo disculpa los conservadores que causaron el
endeudamiento de Argentina en complicidad con el Fondo Monetario Internacional
y que ahora, como son los conservadores de hipócritas, le echan la culpa de
todo a Alberto Fernández”.
Intervencionismo y desinformación, para decirlo de una
manera respetuosa.
Mauricio Macri dejó una deuda con el FMI de 19 mil
millones de dólares, que el gobierno de Fernández podía renegociar.
Y Alberto Fernández dejará, al término de su mandato
(2023), una deuda de 60 mil millones de dólares.
¿Quién debe ofrecer disculpas?
Macri, deuda de 19 mil millones de dólares con el FMI.
Fernández, deuda de 60 mil millones de dólares.
Entonces la culpa es del FMI por… prestarles dinero.
Si no les prestan, los habitantes del país que fue
granero del mundo no comen.
Malos para gobernar y buenos para cobrarle caro al pueblo
por sus servicios.
La vicepresidenta y expresidenta de ese pobre gran país
fue declarada culpable por administración fraudulenta en sus dos periodos de
gobierno, “por extracción de fondos del Estado para su beneficio personal o el
de un tercero”.
Cristina Fernández encabezó una asociación delictuosa con
funcionarios y empresarios, para quedarse con el sobreprecio de obras públicas
“que incluso eran innecesarias”.
Fue condenada a seis años de cárcel, pero goza de
libertad porque la vicepresidencia le otorga fuero.
Y el presidente sale a justificar su incompetencia con la
idea de que la inflación es una “construcción mental” de los argentinos.
Otro que se vuela.
Puro incompetente en el poder.