La victoria del SÍ por las autonomías en Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando ha desatado euforia, sentimientos de apronte y un discurso de advertencia en esos departamentos. Para quienes aplauden que el NO a la autonomía haya vencido en el país con el 56,3 por ciento, la reacción ha sido cautelosa, sin que ello signifique que no se estén adelantando criterios.

Lo cierto es que, en ambos casos, quienes resaltan la contundencia del NO a nivel nacional y quienes defienden la contundencia del SÍ en cuatro regiones, se están equivocando.

El Gobierno ha reaccionado con pasividad ante los resultados del Referéndum por las autonomías y pretende aplacar el frenesí de los cuatro departamentos que lograron el SÍ por la autonomía con algunas puntualizaciones.

No otra cosa se puede advertir cuando tras la explosión de festejo en los departamentos donde gana la autonomía, el Presidente de la República reconoce la victoria del SÍ pero advierte que el NO se impuso en el país y que será la Asamblea Constituyente, con su carácter magno y soberano, la que tendrá la última palabra. Por cierto que será el partido del Gobierno, el Movimiento al Socialismo (MAS), el que tendrá la mayoría de asambleístas —134, según los datos preliminares— mas no el control absoluto de la Constituyente. Un desafío para el MAS, que ahora está en busca de alianzas postelectorales.

El Gobierno cuando recuerda que será la Asamblea Constituyente la que finalmente tomará la determinación sobre las autonomías y sus características en el país, no está equivocado. Y esto es más allá de las interpretaciones que hayan surgido —a último momento— respecto de la aplicación de la Ley de Convocatoria al Referéndum y de la lectura que se le debe dar al resultado de la consulta nacional y al carácter vinculante de éste.

Por otro lado, están los cuatro departamentos donde están surgiendo acciones y pronunciamientos arrebatados y de tono desafiante. En democracia es legítimo que los cívicos de los departamentos donde gana el SÍ asuman defensa del voto popular y de la victoria, pero de allí que se pase a la amenaza del desmembramiento, como dijeron los cívicos de Pando y Beni, es inaceptable.

Pero calma. El atolondramiento respecto de qué es lo que ahora se hace en el tema autonómico no corresponde. No son ni los cívicos ni los prefectos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, ni menos el Gobierno los que resolverán el tema. Será la Asamblea Constituyente, más allá de las voluntades oficiosas de unos y otros. Es a la Asamblea Constituyente, como reconoció el Presidente, como quieren los cívicos cruceños y como dice la ley, a la que se le da el mandato.

Ésta es la instancia soberana. No es un artificio. Entonces, la Asamblea resolverá, en el marco de sus atribuciones, el tema autonómico y será en ese escenario donde los representantes del oriente y Tarija deberán hacer prevalecer la propuesta autonómica por la que el pueblo votó. Antes no.

El riesgo de llevar este tema a la pugna de antagonismos es peligroso. No vale en este momento desesperarse, porque se estará alentando un espectáculo lamentable del que todos podrían arrepentirse, cuando ni siquiera la Asamblea ha sido instalada. Serenidad y paciencia con las autonomías.