Ahmadineyad llegó hoy mismo a Brasilia procedente de Senegal, y se reunió con Lula en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde tendrán una reunión de trabajo y clausurarán un encuentro en el que participarán unos 300 empresarios de ambos países.

 

Unas decenas de manifestantes, tanto favorables como contrarios a Ahmadineyad, se congregaron frente al Palacio de Itamaraty, donde las autoridades dispusieron un fuerte operativo de seguridad.

 

Antes de recibir al gobernante iraní, Lula aprovechó hoy su programa de radio semanal para defender esta visita de las críticas que han surgido en varios sectores de la sociedad brasileña y en particular en la comunidad judía.

 

"Hay una serie de países que no conversan con Irán, pero no sirve de nada dejar a Irán aislado", pues es un "actor importante" en el conflicto de Oriente Medio, indicó Lula, quien en los últimos diez días ha recibido a los presidentes de Israel, Simón Peres, y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.

 

Lula anunció que, tras las visitas de estos tres presidentes, ha decidido que en marzo del año próximo viajará a Israel, Palestina y Jordania, a fin de poner la "capacidad de conversación que Brasil tiene actualmente" al servicio del proceso de paz en Oriente Medio.

 

Según adelantaron fuentes oficiales iraníes, Ahmadineyad pretende debatir con Lula sobre asuntos polémicos, como una probable cooperación en el área de energía nuclear y un futuro acuerdo de supresión de visados para los ciudadanos de ambos países.

 

El líder iraní también se entrevistará con los presidentes de las cámaras de Diputados, Michel Temer, y del Senado, José Sarney, y además tiene previsto ofrecer una conferencia en una universidad de Brasilia.