La fuerza la pusieron los 8.000 antidisturbios, soldados, policías y agentes secretos que rodearon a los cientos de manifestantes que se congregaron en una céntrica plaza de Moscú. Los opositores, cuya cabeza visible es el ex campeón del mundo de ajedrez Gari Kasparov, perdieron la mano el martes, cuando el Ayuntamiento moscovita prohibió la manifestación que habían organizado desde la plaza Triumfalnaya hasta las mismas puertas del Kremlin.

La Marcha de los Inconformistas, como se bautizó, quedó reducida a una pequeña concentración. Los manifestantes agitaban banderas del Frente Ciudadano de Kasparov o de formaciones de extrema izquierda, Partido Nacional Bolchevique y Rusia Obrera. Ironía de los nuevos tiempos, en el anuncio de una compañía de teléfonos podía leerse: "El futuro depende de ti".

Eso mismo gritaban desde una camioneta los líderes de la oposición. "Cuando he venido mehe encontrado con tantos policías, tantos camiones de los OMON (fuerzas del ministerio del Interior), tantos tanques y helicópteros que me he dado cuenta de que somos muy fuertes", animaba Irina Jakamada, candidata en las presidenciales de hace dos años. La fuerza desplegada indica que las protestas preocupar al poder. Aunque, la preocupación sería mayor si la oposición se uniera.

"Me gustaría un partido democrático fuerte para las elecciones a la Duma del próximo año", dijo a los concentrados el líder del Partido Republicano, Vladimir Rizhkov. Pero, de momento, es complicado. Los liberales de la Unión de Fuerzas de Derechas (SPS) y de Yábloko ni se ponen de acuerdo, ni quieren participar en la coalición Otra Rusia por la presencia de la extrema izquierda. El Partido Comunista tampoco está incluido.

El ex primer ministro Mijail Kasianov, líder de Unión Popular Democrática, abogó por un candidato único para "dejar de vivir en un parque zoológico", en referencia al oso, símbolo del partido oficialista Rusia Unida. Y Kasparov anunció que quería cambiar la Rusia del Kremlin por la Rusia de la libertad.

Si continúan divididos, los partidos de la oposición tendrán problemas incluso para estar presentes en la Duma, ya que el porcentaje mínimo para acceder al Parlamento ha sido pasado del 5% al 7 %.

Los temidos OMON detuvieron a 70 personas, entre ellos 15 nacional-bolcheviques que se atrevieron a enfilar hacia el Kremlin con banderas. Para que no se notara la derrota, Kasparov dio por finalizado el mitin invitando a sus seguidores a una pequeña marcha. Según la Policía, 2.500 personas participaron en ella. Pero "como simples ciudadanos", dijo Kasparov, sin ningún símbolo, "no queremos provocar".