¿Por qué se saca precisamente ahora este tema a la luz? Cuando se está discutiendo en Naciones Unidas tanto el caso iraní como el futuro del régimen de no proliferación se trata de quitar a Israel la condición de Estado responsable igualándolo a Irán. Nadie pone en duda que los dirigentes iraníes son radicales peligrosos, lo que ahora se intenta es situarlos al mismo nivel que los israelíes para preparar el siguiente paso: la desnuclearización regional, renunciando ambos Estados a sus programas nucleares. De nuevo la izquierda europea, mediante uno de sus medios de comunicación más destacados, se pone al servicio de los islamistas a costa de la seguridad de Israel.

Los iraníes pueden estar satisfechos porque ya han conseguido algo importante. Ni ellos van a renunciar a su programa ni los israelíes van a aceptar presiones, pero la deslegitimación de Israel está en marcha. En los próximos años vamos a ser testigos de cómo se trata de ocultar su condición de democracia amenazada, su vibrante economía o el excelente trabajo de sus universidades para esbozar una imagen tan fundamentalista, fanática y radical como la de algunos de sus vecinos.