Retomará una agenda cargada y caliente que, entre otros temas, abarca desde el malhumor y la protesta callejera, pasa por el acuerdo voluntario para "cuidar los precios" de productos básicos, y llega al control de algunas policías provinciales que consiguieron mejoras de salarios en "paritarias a punta de pistola".

"Los médicos le habían recomendado un descanso. Repuesta de la operación craneana, volverá con medidas que competen a los servicios públicos - luz, agua, transporte -, y buscará alinear a los gobernadores para que la Argentina resguarde los empleos, recupere competitividad externa y sortee con éxito los conflictos internos".

Tras hacer esa caracterización, el funcionario señaló que Cristina dio instrucciones para combatir el delito y disciplinar a fuerzas uniformadas que, con origen en Córdoba, apelaron al método de "la extorsión y el saqueo" para orquestar un sincronizado reclamo con "efectos desestabilizadores".

En tal sentido, habrían obrado los mandatarios de Chaco, Juan Bacileff y Entre Ríos, Sergio Urribarri. A instancia de la justicia, anularon aumentos conseguidos a través de "actos de coacción" y se manifestaron dispuestos a renegociar de manera que se atienda al contexto económico y no se siga echando más leña a la fogata inflacionaria.

Tendrá que lidiar la Presidenta con algunos mandatarios. El radical de Corrientes, Ricardo Colombi, tan endeudado como otros, agitó el fantasma de la "cuasi moneda", lo que le valió una amonestación del ministro Axel Kicillof. "Estamos lejos de esa situación, se trata de un exabrupto", trató de llevar tranquilidad el titular de las finanzas.

También enfrenta Cristina la incomprensión de algunos de la propia tropa. Es el caso de Alberto Weretilneck, de Río Negro, quien el viernes contradijo su orden al ratificar que le garantizará para preservar el orden y la paz social 10 mil pesos de bolsillo a los agentes.

¿No hay peligro de una nueva rebelión policial?, quiso saber este diario. "El levantamiento en Córdoba sorprendió tanto a (José Manuel) De la Sota como al gobierno nacional. No hubo capacidad de reacción y el fenómeno se extendió, planificado, a otros lugares como Santa Fe, donde todos los días muere alguien por cuestiones de narcotráfico. No fue casual tampoco la manifestación de los hinchas, más que hinchas delincuentes, de Boca en el Obelisco. Ahora, el Estado tomó previsiones y está preparado para sofocar cualquier desborde", avisó la fuente consultada.

La lucha contra la droga, reclamada por la Iglesia y los partidos de la oposición, abrirá un debate ¿Ser tolerantes o permitir que circule para hacer política como sucede en México, donde los "punteros" reparten juguetes, ropa y dinero para captar simpatizantes en los barrios más pobres".

Con aspiraciones a influir desde el otoño en la nueva etapa que se abrirá en el Partido Justicialista, con la designación de sus autoridades (pasó previo a la elección del candidato presidencial para 2015), el titular del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, puso la lupa en el juicio "Manzanas Blancas". Se trata del caso de mayor volumen de cocaína (3350 kilos) que se pretendió sacar desde el Alto Valle hacia España, con cobertura empresaria y que culminó en un juicio oral de 14 meses, con fuertes condenas para el español Valentín Temes Coto, su secretario, Claudio Maidana, y el empacador de Allen, Nelson Hinricksen.

Pichetto espera que la Cámara de Casación ratifique las sentencias a prisión. Según su criterio, serviría para aliviar las sospecha sobre la región. Promotor de proyectos duros (contemplan procedimientos, jueces y fiscales especiales abocados al narcotráfico y la trata de personas), Pichetto sostiene que casos como "Manzanas blancas" y los de "Langostinos blancos", de Chubut, despiertan sospechas y encarecen las actividades productivas de la Patagonia.

"Los canales rojos imponen controles más rigurosos y mayores gastos que se suman al perjuicio por los nuevos aranceles de la Unión Europea. Todo conspira contra la competitividad argentina".

El legislador rionegrino tiene previsto plantear al gobierno la creación de una nueva Agencia (en lugar de Sedronar), que le quitaría atribuciones a las policías provinciales, "cooptadas" en parte cuando se les asigna la represión del menudo en la vía pública. "Es como poner al lobo a cuidar a las ovejas", ironiza.

En el acotamiento de las labores policiales que sobrepasan funciones específicas, contribuyó mucho la Gendarmería que supervisa el secretario de Seguridad, Sergio Berni. El reciente ascenso a teniente general de César Milani y su ratificación al frente del Ejército, tranquilizó por otra parte a la Presidenta. Las fuerzas armadas, en democracia, tienen prohibido hacer inteligencia doméstica (algo que han puesto en duda, entre otros, el radical Gerardo Morales y Fernando Solanas, de Proyecto Sur), pero Cristina confía en Milani, a despecho de las críticas de algunos organismos defensores de los derechos humanos afines. "Es un buen asesor, un excelente interlocutor que adhiere al proyecto nacional y popular", se señaló.