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29/08/2020 | EE.UU. - Pence promete ¨restaurar la ley y el orden¨ mientras arrecian los disturbios en Wisconsin

Beatriz Navarro

El vicepresidente condena los disturbios en Kenosha pero evita citar a Jacob Blake, última víctima de la brutalidad policial.

 

Las calles de Estados Unidos vuelven a arder por la ira de los activistas contra el racismo, la estela de violencia que a veces engendra o se le acopla, y el choque de los manifestantes de ‘Black Lives Matter’ con ciudadanos armados dispuestos a tomarse la justicia por su mano. En este contexto explosivo, con una pandemia histórica poniendo a prueba la fortaleza y la moral del país, el Partido Republicano volvió a pedir anoche cuatro años más para que el presidente Donald Trump pueda “terminar de hacer América grande de nuevo”. Como si no estuviera ya en la Casa Blanca y la responsabilidad de las tensiones sociales fuera de otros. Es Trump o enfilar “la senda del socialismo y el declive” de la mano del demócrata Joe Biden, alertaron anoche durante la tercera noche de su convención nacional, reconvertida en un show televisivo debido al coronavirus.

“La dura verdad es que no estaréis seguros en los Estados Unidos de Biden”, aseguró la pasada madrugada el número dos de Trump, Mike Pence, en su discurso de aceptación de la candidatura a vicepresidente pronunciado en directo desde Baltimore (Maryland). Biden es en realidad “el caballo de Troya de la izquierda radical” y recortará los fondos a la policía, dijo el exgobernador de Indiana, a pesar de que el demócrata ha dicho explícitamente que no apoya ese tipo de iniciativas. Pence le acusó de no haber dicho “ni una sola palabra” la semana pasada durante la convención demócrata, “sobre la violencia y el caos que está arrasando las ciudades de este país”.

Unas horas antes, Biden publicó un video mensaje condenando la “violencia inútil” en Kenosha (Wisconsin), la ciudad donde este domingo un policía pegó varios tiros por la espalda a un hombre negro llamado Jacob Blake , utilizando los mismos términos que cuando se posicionó contra los disturbios que sacudieron a Minneapolis tras la muerte de George Floyd. “Déjenme ser claro: La violencia debe acabar. Sea en Minneapolis, Portland o Kenosha”, afirmó Pence, que por su parte a quien no mencionó fue a Blake. Hay una investigación abierta para aclarar lo ocurrido. El hombre, según su familia, estará paralítico de cintura para abajo. “Demasiados héroes han muerto defendiendo nuestras libertades como para ver a los americanos tirándose los unos a los otros. Restauraremos la ley y el orden en América”, advirtió el vicepresidente.

No es exactamente un mensaje nuevo. Hace cuatro años, en su discurso de aceptación de la nominación presidencial republicana, Donald Trump prometió a los estadounidenses acabar con las “imágenes de violencia en nuestras calles y en caos en nuestras comunidades”. “El crimen y la violencia que hoy aflige a nuestro país pronto llegará a su fin”, aseguró. “Cuando preste juramento el año que viene, restauraré la ley y el orden en nuestro país”, dijo Trump en Cleveland (Ohio).

Instalado en la Casa Blanca y en plena campaña por la reelección, Trump se ha encontrado a sí mismo este año haciendo la misma promesa de nuevo con la violencia inflamando Kenosha (Wisconsin) después de que un policía blanco tiroteara a un negro desarmado, se reactivaran las protestas raciales que sacuden al país desde mayo y las milicias de autodefensa salieran a las calles. Está por ver si aún puede ser efectivo, qué puede más si el miedo a que la violencia se extienda por todo el país como los republicanos aseguran que ocurrirá o el deseo de cambio de los estadounidenses.

Hoy jueves debería ser la noche de Trump, la velada en que aceptará la nominación presidencial tras cuatro días de convención organizada al servicio de sus deseos. Su equipo no descarta sin embargo que tenga que aplace el discurso en función de cómo avance el huracán Laura, que debía golpear el este a la altura de Texas y Luisiana en las próximas horas. De momento, la convención republicana ha lanzado con precisión diferentes mensajes a los colectivos electorales que más necesita para iniciar la remontada y empezar a difuminar la distancia que separa a Trump de Biden en los sondeos.

Ha habido mensajes y ponentes pensados para activar a la base más radical del presidente, energizada por discursos como los pronunciados ayer por una monja-militar-cirujana que definió a Trump como el presidente más pro vida de la historia de Estados Unidos; las mujeres, con testimonios de colaboradoras del presidente que ensalzan su apoyo como la secretaria de prensa Kayleugh McEnany, que recalcó la empatía mostrada por Trump cuando supo que se había sometido a una doble masectomía para prevenir el cáncer de pecho; los votantes de los ‘suburbs’ en general, destinatarios últimas de sus advertencias sobre el caos que consumirá a EE.UU. si gana Biden; los miembros de la policía y las fuerzas del orden, representadas anoche por el agente Mick McHale, o el ejército; el electorado afroamericano y las minorías, a las que se provoca con demostrar que no son propiedad de los demócratas…

La función de Mike Pence, devoto evangélico, era en el 2016 y es en el 2020 mantener movilizada a la derecha religiosa. “La gente piensa que [Trump y yo] somos un poco diferentes pero he aprendido mucho mirándolo… Sabe mantener las cosas interesantes”, dijo riendo, “pero sobre todo sabe mantener sus promesas”. Al término de su discurso de Pence, pronunciado en el patriótico Fort Henry (Baltimore), escenario de la batalla que inspiró la letra del himno nacional de Estados Unidos, apareció por sorpresa en el escenario el presidente Trump, que robó los flashes finales de su vicepresidente, con mucha menos capacidad que él para movilizar a las masas.

Imposible separar los discursos de anoche de su contexto más inmediato. La ciudad de Wisconsin, uno de los estados más disputados en las elecciones de noviembre, se ha convertido el último escenario del choque entre dos Américas que parecen irreconciliables. Un joven de 17 años, Kyle Rittenhouse, fue detenido anoche como sospechoso de ser el autor de los disparos que anteanoche dejaron dos muertos en la Kenosha, un amante de las armas y de la policía. En las redes sociales, Rittenhouse aparecía con camiseta con el eslogan ‘Blue Lives Matter’, el movimiento que reivindica a los policías, uniformados de azul.

“¿Debemos sorprendernos porque chicos de 17 años cojan el rifle decididos a mantener el orden si nadie más lo hace?”, atizaba anoche desde Fox News el comentarista ultraconservador Tucker Carlson. En Portland (Oregon) los interminables choques entre manifestantes y policía, muestra según Trump del caos que consume a las ciudades en manos demócratas, han derivado en los últimos días en enfrentamientos entre manifestantes antirracistas y de extrema derecha. Varios equipos de la NBA boicotearon ayer las competiciones previstas en denuncia de la violencia policial y en apoyo de ‘Black Lives Matter’. “Esta elección es sobre si queremos que América siga siendo América”, dijo Pence sin aclarar a cuál se refería.

La Vanguardia (España)

 



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