La Eurocámara aprueba la cesión concreta de datos sobre transferencias bancarias.
Desde el próximo uno de agosto, Estados Unidos volverá a tener acceso a los datos bancarios de los europeos para luchar contra la financiación de las redes terroristas. El nuevo acuerdo fue bendecido ayer por el Parlamento Europeo, que en febrero anuló su aplicación por entender que no respetaba suficientemente la privacidad ciudadana.
"La amenaza terrorista a la que se enfrentan EE.UU. y la UE continúa y, con este acuerdo, todos nuestros ciudadanos estarán más seguros", celebró en un comunicado el presidente Barack Obama. Estados Unidos insiste en que el acceso a los datos de transferencias realizadas desde la UE a otros continentes es crucial para su programa de rastreo de financiación terrorista y ha dado pie a numerosas detenciones. Washington tenía acceso a esta información desde los atentados del 11-S, algo que sólo salió a la luz en medio de un gran escándalo en el 2006.
Para lograr ahora el visto bueno del Parlamento Europeo, que ayer aprobó la entrada en vigor del acuerdo con 489 votos a favor, 109 en contra y 12 abstenciones, Washington ha tenido que aceptar algunos cambios menores, bajo mediación del Gobierno español, que le garantizan al menos cinco años de acceso a los 15 millones de operaciones procedentes de 200 países a través de más de 8.000 bancos que cada día pasan por Swift.
A diferencia del anterior acuerdo, cada demanda de cesión de datos será examinada antes por Europol para determinar si es relevante. Antes de un año la UE deberá lanzar los trabajos para poner en marcha su propio programa de rastreo de datos. El ponente parlamentario, el liberal alemán Alexander Alvaro aseguró que el acuerdo "no afectará el día a día de las transferencias de los europeos".
Diversas asociaciones civiles han criticado que la transferencia de datos siga siendo indiscriminada. Swift no cataloga los datos de las transferencias, por lo la respuesta a la petición de datos de EE.UU., aunque sólo afecte a un individuo, incluirá todos los movimientos realizados ese día en la UE e información como la identidad de quien envía y quien recibe el dinero, el concepto y los números de cuenta.