Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Profundidad  
 
06/02/2023 | Opinión - ¨Wokismo¨ en América

Guy Sorman

«Reconocer el dolor del otro me parece justo y necesario; este reconocimiento me cuesta muy poco, o nada, si alivia el sufrimiento de los demás».

 

El camino que tomo para bajar desde mi casa, en lo alto de Manhattan, hasta la Universidad de Nueva York me resulta tan familiar que apenas me fijo en los cambios en el paisaje. En principio, cada cosa está en su lugar: el parque a un lado, los museos, las tiendas y los edificios señoriales, al otro. Tardé varias semanas en darme cuenta de que, de repente, faltaba un elemento esencial: la estatua ecuestre del presidente Theodore Roosevelt, frente al Museo de Historia Natural que fundó. Efectivamente, la prensa había dado cuenta de una controversia sobre este monumento, pero las consecuencias se me habían escapado.

Esta estatua de bronce representaba a un Roosevelt dominador, al que rendían homenaje dos personajes colgados de su caballo, un indio emplumado y un afroamericano desnudo hasta la cintura. El conjunto podría percibirse, con razón, como una representación del imperialismo blanco, tal como Roosevelt lo había encarnado e implementado, en particular a través de la conquista de Cuba. Todo esto era evidente, y en mi opinión de mal gusto, pero representativo de las ideas dominantes a principios del siglo XX. Los miles de visitantes del museo, sabiendo más o menos que Roosevelt había sido su promotor, no le daban ninguna importancia a este monumento, pues era tan familiar que no lo veían, del mismo modo que tampoco observaron de inmediato –igual que me pasó a mí– su desaparición. Pero, desde luego, si hubiera sido negro o indio me habría ofendido esta representación caricaturesca de mis antepasadosy esta glorificación de la superioridad del varón blanco.

Tal vez habría sufrido al ver este monumento, recuerdo de la esclavitud y el exterminio, y sufrido todavía más por la indiferencia de los blancos, que aceptaban esta estatua como algo normal. Fue entonces cuando las asociaciones de activistas de Nueva York, formadas por estas 'minorías' ofendidas, reforzadas por estadounidenses tan blancos como yo y que abrazaban su causa –sobre todo profesores y estudiantes de la cercana Universidad de Columbia– emprendieron manifestaciones públicas para que la estatua fuera destruida, o 'anulada', como se dice ahora.

Cuando los estudiantes de mi universidad me pidieron que expresara mi opinión sobre este asunto, adopté una posición intermedia que sigue siendo la mía: la verdad en el justo medio. Había que reconocer que el monumento resultaba anacrónico y podía ser considerado ofensivo por los negros y los indios. También había que reconocer esta verdad, añadiendo una placa explicativa que recordara las circunstancias de la creación del museo. Era necesario reconocer el sufrimiento que podía infligir y admitir públicamente sus orígenes imperialistas. Era y sigo siendo, por lo tanto, 'woke' (dialecto afroamericano), es decir, abierto a reconocer los hechos y a reconocer al otro. Y era y sigo siendo, al mismo tiempo, 'antiwoke', porque soy contrario a la destrucción del monumento, contrario a borrar el pasado.

Reconocer el dolor del otro me parece justo y necesario; este reconocimiento me cuesta muy poco, o nada, si alivia el sufrimiento de los demás. Es un precio modesto por un retorno significativo. Pero la amnesia histórica y cultural obligatoria, el 'wokismo' integral, es algo completamente distinto, rayano en la venganza. La ignorancia del pasado no es útil ni para el conocimiento ni para la reconciliación, pero el 'wokismo' no es pacifista: es una guerra cultural, como lo es el #MeToo. Sin miramientos, lo que se puede y debe entender. Las revoluciones se reconocen como tales porque sacrifican víctimas inocentes.

Por honestidad, confieso que a veces soy 'woke'. Solicité por escrito al alcalde de Nueva York que retirara una estela en homenaje al mariscal Pétain, ubicada en una pequeña calle poco frecuentada del barrio del Soho. La descubrí por casualidad. El alcalde me contestó que esa estela no honraba a Pétain, jefe de Estado pronazi de Vichy, sino al vencedor de Verdun en 1917, que fue acogido triunfalmente en Nueva York en 1931. Por lo tanto, el 'wokismo' es de geometría variable. Pero resulta que mi familia fue, en parte, exterminada por el régimen de Vichy y yo siento esa estela como una herida. Que al menos una placa explicativa acompañe a la placa de identificación, algo que, de momento, no he conseguido.

El 'wokismo' es una revolución necesaria. ¡Despertemos! El 'antiwokismo' es una reacción que vale poco más que lo que denuncia. Los dos avanzan enmascarados. ¿Dónde se sitúa el intelectual? El intelectual, me parece, no debe denunciar, sino situarse entre los dos, conociendo los hechos y reconociendo al otro. Si no se basa ni en el conocimiento ni en la moralidad, el intelectual deja de serlo. Hace una pausa y, por lo tanto, se convierte en un impostor.

Sobre este tema me expresé en Estados Unidos casi sin efecto, porque en Estados Unidos la palabra de un intelectual no cuenta. ¿Existen siquiera intelectuales en Estados Unidos? No en el sentido europeo del filósofo generalista que opina sobre todo. En Estados Unidos, cada uno está en su campo; somos expertos en una disciplina: periodista, columnista, activista, economista, historiador, político. Que uno pueda expresarse acerca de todo, porque es un reconocido experto en una determinada disciplina, es impensable en Estados Unidos. O ridículo. Aunque soy ciudadano estadounidense (y francés), en Estados Unidos me perciben como un intelectual francés, un 'public intellectual', es decir, una especie exótica. Mi posición media, a la vez 'woke' y 'antiwoke', cuando no pasa inadvertida, se analiza como «muy francesa», 'so French'.

ABC (España)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
14/09/2023|
04/09/2023|
20/04/2023|
28/02/2023|
31/01/2023|
23/01/2023|
18/01/2023|
10/01/2023|
05/01/2023|
28/12/2022|
15/12/2022|
25/11/2022|
17/11/2022|
08/11/2022|
01/11/2022|
19/10/2022|
13/10/2022|
05/09/2022|
30/08/2022|
24/08/2022|
20/08/2022|
10/08/2022|
04/08/2022|
13/07/2022|
06/07/2022|
29/06/2022|
15/06/2022|
07/06/2022|
31/05/2022|
24/05/2022|
17/05/2022|
09/05/2022|
04/05/2022|
28/04/2022|
12/04/2022|
06/04/2022|
28/03/2022|
24/03/2022|
14/03/2022|
16/02/2022|
31/01/2022|
26/01/2022|
18/12/2021|
18/12/2021|
18/12/2021|
24/11/2021|
16/11/2021|
01/11/2021|
07/07/2021|
25/05/2021|
28/03/2020|
09/09/2019|
05/06/2018|
01/06/2018|
26/12/2017|
27/06/2017|
06/06/2017|
25/07/2013|
19/03/2011|
05/02/2011|
17/01/2011|
12/12/2010|
02/09/2010|
02/09/2010|
28/07/2010|
06/06/2010|
14/03/2010|
26/12/2009|
18/09/2009|
02/04/2009|
18/01/2009|
24/05/2008|
24/05/2008|
27/04/2008|
14/01/2008|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House