La telemetría en tierra es fundamental para configurar las memorias y programas de las armas inteligentes, bombas y misiles teledirigidos por satélite de la guerra moderna. Los satélites espía ofrecen información poco exacta que hay que completar con mediciones desde tierra.

Antes de la invasión de Iraq, agentes de la CIA camuflados como inspectores de la ONU se dedicaron en realidad a realizar labores de telemetría. Lo mismo ocurrió antes de la campaña contra Yugoslavia. En Rusia, decenas de geógrafos y supuestos empleados de compañías extranjeras de telecomunicaciones fueron detenidos en los noventa por efectuar mediciones sospechosas.

La nota china de ayer informabade que "el número de extranjeros que hacen topografía y cartografía en China está en aumento y muchos proyectos han sido llevados a cabo ilegalmente, lo cual ha amenazado la seguridad".

A continuación citaba un incidente: "El año pasado dos expertos japoneses fueron multados con un total de 80.000 yuanes (8.000 euros) y fueron deportados por recabar materiales y coordenadas de un aeropuerto e instalaciones de agua en la región autónoma uigur de Xinjiang". "Se temía que sus resultados pudieran tener un uso militar", señalaba la nota.

A partir de marzo, las organizaciones e individuos extranjeros que se dediquen a la topografía y cartografía deberán tener la aprobación del Gobierno central y aceptar la supervisión de los gobiernos locales.

Por otro lado, China confirmó ayer la destrucción el día 11 de uno de sus satélites meteorológicos con un misil, en una órbita a 850 km de altura, la habitual de los satélites militares de Estados Unidos. El portavoz de Exteriores, Liu Jianchao, subrayó que la prueba había sido previamente anunciada a varios países, incluidos EE. UU. y Japón.