Hay pocas dudas de que, en la actualidad, lo que más preocupa a las empresas es la falta de liquidez y la sequía crediticia, que ahoga cada día a cientos de negocios. Sin embargo, donde hay menos acuerdo es en la forma de afrontar los problemas. Los líderes políticos advierten en los foros internacionales sobre los peligros del proteccionismo y los beneficios del libre mercado, pero aprovechan cada ocasión para defender lo opuesto en casa.

Hasta ahí nada que sorprenda, pues la política consiste en gran medida en combinar discursos contradictorios. Pero lo que es menos habitual es que las empresas hagan lo mismo. O con tanto descaro por lo menos.

El Economic Cooperation Council, un lobby que agrupa a 100 de las mayores empresas de España, Francia, Italia y Portugal, acaba de publicar un informe en el que ofrece Quince recomendaciones clave para superar la crisis y aprovechar las oportunidades del new deal económico. En su escrito anual al presidente de la Comisión Europea, el lobby opta sorprendentemente por medidas proteccionistas, opuestas a discurso oficial de la propia UE.

1. El Economic Council aboga por «medidas temporales excepcionales» para la reactivación del crédito interbancario y para facilitar el acceso a la financiación, así como por la extensión de las garantías a los pagarés y obligaciones negociables.

2. Adoptar regulaciones anticíclicas para proteger a los balances de las instituciones de la volatilidad de los mercados, mediante una mejor supervisión y la puesta en común de información entre los reguladores nacionales y los diversos bancos centrales.

3. Reorganizar los mercados de derivados aumentando la transparencia de las operaciones y reduciendo los comportamientos de riesgo.Asimismo, el informe aboga por una canalización de los credit default swaps a través de mercados organizados.

4. Mejorar la regulación de los mercados financieros y promover el funcionamiento ético de éstos prestando especial atención a los hedge funds y los fondos de capital riesgo, lo que debería contribuir a minimizar los riesgos sistémicos.

5. Donde más taxativamente se pronuncia el informe es en el caso de los llamados «sectores estratégicos». En el energético, el Economic Cooperation Council apuesta por asegurar el suministro para la Unión Europea mediante la exploración de nuevas rutas o la sincronización entre las posturas de las empresas y los estados.

6. Para evitar la falta de suministros, como los pasados inviernos, la recomendación a la UE es, ante todo, lograr la reducción de la «dependencia energética exterior».

7. El grupo de presión apuesta por acelerar el desarrollo de los Trans-European networks de transportes, pues considera que la inversión en infraestructuras contribuirá a la recuperación de la actividad económica, especialmente si se avanza en los proyectos coordinados entre sector público y privado (public-private partnerships).

8. El escrito que se presentará a Barroso propone un «apoyo sustancial a los sectores de potencial alto» y una «optimización de la intervención pública», pero también la adopción de «medidas protectoras para las industrias estratégicas» mediante las llamadas golden rules (requisitos de reciprocidad que en el pasado han sido declarados ilegales por la Corte Europea de Justicia).

9. En la misma línea, el ataque más directo es a los fondos soberanos, para los que pide una mayor exigencia de transparencia.

10. Promover la cooperación multilateral entre países y sector público y privado mediante redes de conocimiento, movilidad profesional, la promoción de la venta de patentes o la creación de un entorno favorable para los negocios. La UE, según el lobby, debe apostar por la investigación y el desarrollo en los próximos años.