En un tema de esta magnitud no es posible la marcha atrás desde un sitial institucional como ese. La presidencia es un podio democrático complejo, que aunque muchos no quieran entenderlo, no debe ser un coto político partidario, ni un ámbito desde el que se pueda ejercer la función de presidente pensando en un sector de la comunidad, de espaldas al resto del país.

Una cosa son los aciertos y los errores de gestión, que es otro tema y otra bien diferente es la operación política que se le pidió que realizara desde poder. La reelección es un corral de ramas en el que ningún presidente uruguayo debiera caer, si bien se mira desde nuestra concepción nacional y filosofía constitucional de gobierno republicano y democrático, que por algo nos acompaña desde siempre.

La contundente negativa a la reelección presidencial consecutiva que le obligaron a reafirmar sus propios compañeros políticos, fue un desgaste innecesario, mas allá de que finalmente fue bien resuelto desde el rol de jefatura de estado. Corresponde  apoyar políticamente  la decisión por sus aspectos institucionales comprendidos.

Siempre y en todo tiempo y partido político, es posible que se tenga un presidente de la Republica en ejercicio, de quien  pueda sentirse sería muy bueno continuara en el ejercicio de su cargo, y en consecuencia actuar procurando su reelección personal. Como también es posible se desee todo lo contrario, según sea el modo en que se evalúe una gestión.

Es posible sentir que es bueno que un presidente aceptara una candidatura a su propia  reelección, para continuar con un gobierno que por la razón que fuere nos conforma.

Pero cuando un presidente dice que no es partidario de ella, y lo hace en forma clara, oficial, reciente y contundente, en pleno edificio de la Presidencia de la Republica, desde un discurso solemne sobre temas importantes de cara al país todo, no debiera siquiera haberse planteado el tema sin su consentimiento previo.

Hace días desde estas mismas paginas, sostuvimos con convicción, que en nuestra opinión el tema  debiera darse  por definitivamente superado, por cuanto el presidente fue claro en su negativa de mitad del año pasado.

Es público que yo no voté al presidente Vázquez, porque pertenezco orgullosamente al Partido Colorado. Sin embargo estaba absolutamente seguro y confiado en que Vázquez no cambiaría de opinión.   El presidente ha resuelto desde el comienzo, gobernar sólo con su partido y lo hace encerrado en el, desde un monopolio partidario que le priva de enfoques diferentes, sobre complejos temas del país, para después mejor resolver y gobernar. Pero es igualmente cierto que Vázquez es presidente de todos los uruguayos, y en consecuencia también lo es para nosotros, tanto como para el más dogmático frenteamplista, porque felizmente, así debe ser institucionalmente en democracia.

Creemos en cambio que seria buena practica, que en cada uno de sus discursos al país, el presidente dejara de mencionar   a su fuerza política, como en lugar de partido político, gusta llamarse a si mismo el Frente Amplio; al referirse a ella,  inevitablemente acota y complica el escenario.

No me duelen prendas al decir que al escuchar los fundamentos del presidente para rechazar la reelección, me alegró tener razón cuando con serenidad, escribí desde estas paginas y por similares fundamentos, que el presidente Vázquez, no incurriría en el error de aceptar la propuestas de su interna, procurando hacerle cambiar de idea, sobre un tema que jamás puede ser producto de otra cosa, que no sea una profunda y seria reflexión, y sobre el que ya había fijado, en nuestra opinión, definitiva posición.

Ya hemos afirmado que somos contrarios a la reelección presidencial consecutiva en Uruguay. Resumo en una frase que cité del entonces presidente Sanguinetti y que nos fuera dicha en el despacho presidencial del piso siete del Edificio Libertad: Nada más peligroso que un presidente lanzado a   su propia reelección.

Vázquez con su respuesta (**) clausurando de una vez el tema de su reelección, podrá seguir siendo el presidente de todos los uruguayos más allá de toda otra consideración de aceptación o no aceptación de su gestión, porque ese análisis político ya es otro tema.

Como lo adelantamos, Vázquez resistió inteligentemente, trocar su posición de Jefe de estado y de gobierno del Uruguay, por la de un precandidato más a la presidencia dentro de su fraccionado partido, en medio de un por lo menos incierto, panorama electoral.

El presidente, como otros ayer, le ha hecho un buen servicio al país, al volver a descartar de plano la peligrosa aventura de la reforma constitucional reeleccionista, que a todas luces le fuera propuesta en forma inconsulta desde algunas de sus propias tiendas partidarias.

Ahora, seria bueno que ese mismo apoyo, le fuera brindado para establecer puentes con todo el sistema político, en pos de la mejor conducción del país, sin partidismos ni internismos,  para beneficio y protección de todos los uruguayos, que es lo único relevante que en definitiva registrará la historia sobre la  gestión de cualquier gobierno.

Queda mucho tiempo de gestión de gobierno por delante, aun cuando increíblemente desde filas del  propio partido de gobierno, se adelantó el tiempo pre-electoral.  Esto si que no es en nada buena cosa para el país, sobre todo cuando hay tanto por resolver y tanto entendimiento por construir, en un tiempo con dificultades que nos acechan también desde este   mundo nuestro, definitivamente globalizado en tiempo real, donde cualquier lejana chispa -como nos sucediera ayer- es capaz de incendiar o por o menos chamuscarnos la pradera.-

Representante Nacional - Partido Colorado - Uruguay

http://www.scavarelli.com/     albertoscavarelli@yahoo.com

(*)[12 enero de 2008] : LA REELECCION PRESIDENCIAL.- Por Alberto Scavarelli.-

...Mal estaríamos si un presidente un día dijera con firmeza que no a algo tan importante, y poco tiempo después sostuviera todo lo contrario, como si fuera un tema de coyuntura, y no una profunda reforma constitucional sobre un tema central para el buen gobierno del  país.

…Siendo presidente Sanguinetti, al proponérsele su reelección como hoy a Vázquez, dijo una frase que nos quedó registrada para siempre: "pocas cosas mas peligrosas que un presidente lanzado a su propia reelección". Compartimos plenamente ese principio.

… Se olvida, o pareciera que se olvida, que en Uruguay la más alta magistratura posible es la Presidencia de la República. Entre nosotros el presidente es simultáneamente jefe de estado y de gobierno, que actúa sin red por debajo, ni sombrilla protectora por encima. Su debilitamiento institucional, es siempre una forma de debilitamiento del sistema.

… Como es posible entonces que hoy parte de su entorno de gobierno, seis meses después de tan sólida declaración oficial opuesta a cualquier reelección, piense que puede pedirle al presidente de la República, que de vuelta en el aire y sostenga ahora todo lo contrario, convirtiendo al presidente del país, en un mero precandidato de un partido.

… Se debe proteger la institución presidencial, porque es la garantía de todos en la conducción ejecutiva de la nación, más allá de toda la equiparable trascendencia de otras instituciones y poderes que balancean el delicado sistema republicano de gobernar en democracia.

El tema de la reelección no es un tema de estrategia política circunstancial. Es un tema de principios y solo desde ellos se puede estar a favor o en contra, jamás desde el simple oportunismo, desde la mera interpretación de la realidad política de un partido, o para arrastrar las marcas. Sería un severo error creer que estar en contra o a favor de la  reelección presidencial, tiene que ver con las posibilidades de éxito del postulante de turno en una elección concreta.

En nuestro caso se trata de una profunda y sostenida convicción, que se resume afirmando que la reelección presidencial consecutiva en Uruguay, es una institución peligrosamente innecesaria.-

(**) 25 de enero de 2008.- HA DICHO EL PRESIDENTE VAZQUEZ HOY.-

El presidente de la República, Tabaré Vázquez, descartó cualquier posibilidad que lo acerque a la reelección en 2009, y afirmó con contundencia que sería una actitud irreflexiva, incoherente e inconsciente aceptar dichas propuestas.

Recién llegado de sus vacaciones Vázquez dijo que no puede controlar a quienes un día sí y otro también salen a agitar las ambiciones reeleccionistas. Según Vázquez, él es un hombre de palabra y cuando toma una no lo hace a las apuradas sino que lo piensa mucho.

"Lo dije el 6 de junio con mucha claridad y, la verdad, no puedo estar todos los días desmintiendo esto, porque parece que no alcanza que yo diga hoy una cosa que a los cuatro días el tema vuelve a saltar otra vez", comentó ayer el presidente Vázquez.

Vázquez indicó que se opone a la reelección porque es "un firme defensor del sistema republicano representativo". "Pero al margen de eso tengo tres razones más para oponerme", indicó. "La primera razón, es por el país y por su gente. Yo no debo sumir al país en una discusión que lo partiría al medio y podría generar inestabilidades". En segundo lugar, indicó que es: "Por el Frente Amplio, por mi fuerza política, a la que debo preservar de un debate de este tipo". "En tercer lugar hay un ámbito familiar y personal que debo preservar", dijo Vázquez a El Observador.