Si hay una materia que no puede ser abordada por un gobierno en solitario es el de la educación.

Baste recordar que al comienzo de este periodo el Partido Colorado propuso y fue aceptado por todos menos por el gobierno, un entendimiento sobre cinco temas esenciales, entre los cuales por supuesto estaba la educación. Es mas, la falta de acuerdo por parte del gobierno en este asunto, impidió la participación de la oposición en todos los temas del país, por cuanto el gobierno prefirió gobernar desde su mayoría parlamentaria en régimen monopólico de gobierno en todos los escenarios.

Parece redundante recordar que la educación replica el ADN cultural nacional en las nuevas generaciones. Va mas allá del conjunto de conocimientos básicos trasmitidos a nuestros jóvenes, porque siempre la educación debe significar un proceso  permanente de formación para la vida, de modos de entender la realidad, la convivencia, de tener la mente abierta sin otra intención que la formación en libertad.

Sin embargo el tema en debate en el proyecto del gobierno,    refiere a la forma de gobierno, a la resultancia del ejercicio del poder en la educación, como si se tratara de un  coto conquistado a manejar desde una parte del pensamiento político nacional. Se trata de una visión parcial que no cuenta con el respaldo de ningún otro partido político que el propio de gobierno  y aun este aun con sectores con reservas,

La laicidad en sentido amplio requiere ser protegida desde todas las visiones y no por supuestos visionarios que no confrontan su visión ni siquiera sobre el manejo del poder de conducción en la educación, que parece ser el único tema que le preocupa regular.

El país asiste a datos alarmantes.

Deserción estudiantil como nunca antes se vio, jóvenes fuera del sistema educativo con todo lo que ello significa para la sociedad y su futuro, índices de ausencia docente estremecedores, y materias que si no se tomas clases particulares  pagas con enormes sacrificios de las familias, porque  no es posible soñar con salvarlas si se cuenta solamente con lo que se enseña entre comillas en clase y cuando se enseña, en la gran mayoría de los casos.

No referimos a la heroicidad vocacional de tantos docentes que  superan como pueden el desorden del sistema o que al menos buscan mitigar la situación, pero los padres desesperan ante el panorama y los jóvenes vacilan en la pertenecía de un sistema publico de educación que lejos de satisfacerles en sus intereses, les llena de desconcierto y los expone a la perdida de constancia en le cumplimiento de sus obligaciones.

Una computadora por niño no parece formidable, pero parece ser que mientras el gobierno debate en tiempo presente y ante si mismo el gobierno de la educación que es por definición un tema de todos y del futuro de la nación, los jóvenes y niños uruguayos adolecen de la fractura de un sistema, que además y por si fuera poco se informa que maneja temas de la historia reciente del país, como si fuera un escenario donde perpetuar una visión sesgada parcial y muchas veces falsificada del país, del mundo y de la vida. Justamente lo contrario que por definición debe ser la educación publica.

Una pena, será otro tema para agendar en la tarea de refundación del modelo pluralista nacional de convivencia del próximo gobierno, pero entonces construida  nuevamente entre todos y para todos.

Representante Nacional -  Partido Colorado  - Uruguay

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