Para muchas personas dedicadas al delito, increíblemente delinquir ya no es una conducta reprobable, sino que pretende ser vista como una conducta necesaria, desde su marginalidad de vida retro-alimentada por la marginación social.

Planteamos y trabajamos en el tema hace mas de una década, la compleja asociación entre la droga, su trafico y consumo, el delito y modelos culturales que tendían a crear en la sociedad, especies de guetos de los cuales nada bueno puede esperarse, sino dolor y quiebre de modos pacíficos de convivencia.

La aplicación de la ley sin excusas, la inclusión y la promoción social, la educación, la formación ciudadana y el seguimiento y evaluación permanente de políticas focales promotoras y no meramente subsidiadoras, son los instrumentos posibles para revertir esta dramática situación que torna en muy grave la realidad y sus perspectivas de futuro, de continuar en la dirección y progresión en que se encuentran.

Por estos días en el seno del Partido colorado y mas específicamente en el del Foro Batllista, un conjunto de personas, mayoritariamente jóvenes, que integran el grupo social urbano autodenominado "plancha", hizo pública su decisión de integrarse de lleno a la vida partidaria, pidiendo espacio político para su acción y la aceptación de su denominación y número de lista.

En sus primeras declaraciones nos generaron una enorme preocupación. Estas declaraciones fueron luego signadas incluso por los mismos declarantes – como poco felices y faltas de posicionamiento claro de sus ideas y principios. Generaron una justa ola de preocupados comentarios. Resulta claro que ningún partido político debiera tener entre sus filas una organización política que tenga entre sus principios específicos la acción y las conductas delictivas, más allá de grado y sus características específicas o pretendidas justificaciones imposibles.

Con la aparición en escena de ese movimiento denominado Plancha, se había constituido un hecho político singular, con impacto propio. El propio trajinar periodístico posterior, la presentación personal ante el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado todo, y el posterior retorno recibido desde gran parte de la opinión publica, hizo que en pocas horas los dirigentes de ese movimiento cuya importancia cuantitativa demostrarán las urnas en la elección de jóvenes del próximo primero de diciembre, explicitan mejor su pensamiento, lo sitúan en un justo cauce, al tiempo que dejan en claro su compromiso con el sistema legal en un estado de derecho democrático aunque estuviere expresado en otros términos. Ratifican su conducta pacífica y pacificadora, única forma de aceptar sui incorporación como grupo político a un partido como el Colorado y Batllista, de manifiesta y probada vocación integradora que ha sido desde siempre su patrimonio histórico, plasmada en la magistral frase de Batlle y Ordóñez, "no preguntamos de donde vienen sino a donde van", pero que siempre excluye al delincuente que en el proceso penal, por definición constitucional y legal tiene suspendida su ciudadanía.

La sociedad uruguaya frente a este complejo asunto de grupos sociales de contracultura y mas allá del delito con el que no puede transarse jamás, tiene varias opciones: Reprimirlos en una batalla sin fin que solo deja victimas por el camino y radicaliza el complejo curso de los hechos sociales que se retroalimentan en su radicalidad, o los ignora, con lo que cuando sepa de ellos tendrá un subsuelo extendido bajo sus pies que le sorprenderá negativa y tardíamente, o una opción mas lógica humanista y justa que procure modelos de integración desde el cumplimiento de la ley.

Ante el desarrollo de grupos de tanta complejidad social en barrios que se están tornando inaccesibles y a los que someten, planteamos directamente a la ministra de Desarrollo Social, y así consta en actas parlamentarias, que se actuara con estos grupos en formación, tratando de intervenir constructivamente en un proceso de complejidad creciente, antes que se saliera definitivamente de curso. Se trata de la promoción de la inclusión social, sin perjuicio de la estricta aplicación de la ley y de la protección de la comunidad ante los desbordes delictivos.

Citamos incluso el grupo social marginal mas terrible de nuestro tiempo,"las maras" centroamericanas que ya se extienden hacia el sur en medio de la marginalidad la pobreza, la droga y el delito, configurando una contracultura de la violencia con códigos que pertenecen a otra civilización social y que terminan por transformarse en grupos de terribles consecuencias como lo hemos podido constatar en Centro América al exponer en seminarios sobre sistemas judiciales y seguridad publica para la CCE , que nuclea a las países del caribe pero que en este tema incluyo al gigante México a donde voy por estos días.

No es un tema menor, es quizás el desafió mayor de nuestro tiempo en materia de integración social desde el respeto de la diversidad y el inexcusable cumplir y hacer cumplir las normas de un estado democrático de derecho.

Hoy Uruguay tiene una oportunidad histórica.
En lugar de alentar la radicalización, de guetizarse, de encerrarse para crecer en si mismos desde la profundización de la exclusión y la violencia del enojo y la exclusión y la auto exclusión, proponen integrarse al sistema para hacer oír su voz, y se acerquen al humanista, fundacional, popular pero nunca populista y el mas serio de los partidos políticos uruguayos, con la mayor tradición de gobierno del país, que en medio de su crisis, tampoco olvida que de cinco gobiernos democráticos sucesivos después de la dictadura, gobernó en tres, para no contar hacia atrás, donde su tiempo fue casi exclusivo aunque jamás excluyente, por el numero impresionante de elecciones ganadas en la vida constitucional del país.

Desde este partido y en el en el sector del único de los uruguayos que fue electo directamente por la gente en dos de las elecciones presidenciales, este movimiento resuelve militar en su cruzada integradora. Estamos quizás ante la expresión de un grito casi desesperado para construir puentes y evitar la exclusión muy la radicalización que en muchos escenarios es visible.

La tarea integradora del partido nunca es sencilla, el esfuerzo que deberán hacer estos muchachos para incorporar a muchos de los suyos al sistema no será poco, pero entre todos tenemos el deber de hacer que sea suficiente. Es hora una vez más de construir encuentro, inclusión social y política y puntos de coincidencia desde la consigna de un partido que también es escudo probado y eficaz de los más débiles. Se trata de escuchar su voz, y su sentir, de interpretar el submundo social instalado en esta comunidad en la que vivimos, de generar esperanza y construir caminos para hacerla honestamente posible, sin apearnos de la simultanea exigencia innegociable del cumplimiento de la ley. El desafió esta allí.
Debemos asumirlo sin populismos complejizantes, ni mesianismos confusos. Lo asumimos con atenta responsabilidad, porque el país lo necesita. Lo hacemos desde un Partido Colorado que siempre ha sido parte esencial de la construcción en paz y con justicia social de la nación.

Representante Nacional – Partido Colorado –Uruguay
albertoscavarelli@yahoo.com – www.scavarelli.com.