“Explicado sencillamente, controlarlo y detenerlo en el Río Bravo es esencial si es que la Patrulla Fronteriza va a obtener un control efectivo de la frontera”, advierte el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés).

En realidad, este rival no es humano, sino una planta originaria de Asia que, según argumenta la Patrulla Fronteriza, “limita el campo de visión” de sus agentes y permite a indocumentados y contrabandistas “esconderse” entre su denso follaje.

¿Respuesta? Declararle la guerra química.

Y es que para destruir la proliferación de estas cañas --conocidas como carrizo o arundo donax--, el gobierno estadounidense quiere emplear un herbicida que, en teoría, es seguro para el contacto humano pero que ha comenzado a ser cuestionado por la comunidad científica internacional por sus potenciales efectos secundarios sobre la salud reproductiva de las personas.

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El proyecto se encuentra literalmente enterrado en un documento de 3 mil 493 páginas, el Presupuesto para 2010 del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos y del cual MILENIO tiene una copia.

“El Buró de Control de Aduanas y Protección Fronteriza debe entregar, en su presupuesto de 2010, un plan comprehensivo para erradicar la arundo donax y otras plantas invasoras que inhiben los esfuerzos de seguridad a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos”, se expone.

Es un mandato del Congreso de Estados Unidos, en específico del Comité para Seguridad Interna de la Cámara de Representantes. La orden añade: “(el proyecto) deberá incluir Eagle Pass y otras áreas de Texas que no hayan sido incluidas en los programas pilotos del último año”.

El programa, bautizado como “Proyecto de Eliminación-Carrizo”, ya fue aplicado a lo largo de este año en dos kilómetros del sector Nuevo Laredo de la Patrulla Fronteriza, en donde desató una fuerte polémica por el herbicida y el método inicialmente empleados.

“Originalmente, el proyecto contemplaba remover el carrizo mediante el uso de dispersión aérea (con helicópteros)”, revela un tríptico creado por la Patrulla Fronteriza durante la polémica, para confrontar las sospechas del público.

Aun mayor sospecha despertó el uso del herbicida Imazapyr, potencialmente dañino para el medio ambiente y el cual no distingue entre las plantas que mata, además de que permanece hasta 17 meses activo en la tierra en la que es aplicado, haciéndola tóxica.

Como resultado, el Buró de Control de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) optó por cancelar el uso de helicópteros y cambiar de herbicida al Glifosato, una marca utilizada ampliamente en cultivos agrícolas.

Washington insistió en que cambió de métodos no por presiones o riesgos, sino para tranquilizar al público.

“La Patrulla Fronteriza decidió eliminar la dispersión aérea del herbicida en este proyecto. La decisión de no usar este método fue una deferencia a las preocupaciones de la sociedad, no porque realmente implique un riesgo verdadero a la salud humana o el medio ambiente”, aseguró el CBP.

Ahora, acorde al mandato del Congreso, se quiere revivir en 2010 el controvertido programa piloto aplicado en Nuevo Laredo. Tras evaluar los resultados, se pidió ampliar la destrucción de la planta a sectores como McAllen, Eagle Pass y Del Río.

La Patrulla Fronteriza se dice encantada con la desaparición de las plantas en el sector Nuevo Laredo.

“Los beneficios de la eliminación del carrizo ya se comenzaron a ver. Ahora podemos ver el río, detectar a personas que cruzan ilegalmente y a los contrabandistas. Ya no pueden usar el carrizo para esconderse como lo hacían antes y el cruce de migrantes ha disminuido considerablemente”, aseguró Jesús Chan, supervisor de Operaciones Especiales de la Patrulla Fronteriza, citado por El Mañana de Laredo el 12 de junio pasado.

Acorde al Presupuesto del DHS para el año fiscal 2010, el programa será extendido para replicar en grandes segmentos de la frontera texana lo sucedido en Laredo, en donde se aplicó el herbicida Glifosato en la destrucción de la población local de la caña de carrizo.

La guerra de la dependencia estadounidense en contra de esta caña ha llegado a un nivel tal que el DHS ha bautizado ya al arundo donax, como “un gran obstáculo” en la búsqueda del control absoluto de la frontera.

“El carrizo limita nuestras operaciones, a nuestro personal y a nuestra tecnología. Reduce la habilidad la Patrulla de detectar a migrantes ilegales al interferir en el campo de visión de los agentes. Además, reduce la habilidad de la Patrulla Fronteriza de responder en apoyo al restringir el paso de agentes”, advierte un reporte de la dependencia estadounidense.

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Aunque la autoridad ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) ha considerado que el proyecto es seguro a grandes rasgos, el Glifosato puede llegar a afectar la salud humana, en especial en grandes concentraciones.

El Glifosato es considerado uno de los herbicidas más seguros del mundo y es empleado constantemente en la producción agrícola; sin embargo, distintos estudios advierten que quizá sus riesgos han sido subestimados, pues puede llegar a afectar fetos y los órganos reproductores de pequeños mamíferos.

En humanos se han reportado también efectos colaterales.

“Algunos trabajadores agrícolas que usan glifosato han reportado problemas para concebir hijos. En esta investigación demostramos que el glifosato es tóxico para las células de la placenta humana”, advirtieron desde 2005 investigadores del Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Caen, en Francia.

“(El glifosato) puede ser considerado un potencial disruptor endócrino. Más aun, en grandes dosis (…) su toxicidad en células de la placenta podría inducir problemas reproductivos”, sostiene la investigación francesa.

Pero el Departamento de Seguridad Interna estadounidense insiste en que los herbicidas no se usarán en concentraciones que lleguen a lo tóxico. “Para nuestro propósito de remover la caña de carrizo, el Buró de Aduanas y Protección Fronteriza no usará estos productos en forma concentrada; por el contrario, una preparación diluida será aplicada”, prometió, desde el inicio de la polémica por la aplicación del proyecto en Nuevo Laredo.