El Departamento de Estado asegura que agentes sin capacitación manejan herramientas valuadas en miles de dólares; encuentra en Guadalajara helicópteros inservibles donados a la PGR en los años 90.
El
gobierno de Estados Unidos manifestó su preocupación a México por los daños y
maltrato que recibe el equipo de seguridad donado a través de la Iniciativa
Mérida —valuado en miles de dólares—, debido a la “falta de experiencia” en
policías federales y personal de aduanas en su manejo. Incluso, reveló que
varios vehículos fueron chocados recién salidos de agencia.
“Buena
parte del personal de aduanas y de la SSP no han ni siquiera tenido jamás un
vehículo o manejado uno antes de ser reclutados y, entonces, aprenden a
conducir en equipo sofisticado propiedad del gobierno de Estados Unidos”,
deploró el Departamento de Estado.
A tres
años de haber sido donadas, las tres camionetas de rayos gamma entregadas por
Washington al Servicio de Administración Tributaria y la Policía Federal
—diseñadas
para detectar armas, drogas y migrantes en fronteras y carreteras— fueron
dañadas en accidentes viales, una de ellas de forma severa: su fuente
radiactiva de cobalto fue cambiada luego de un año de uso, cuando su vida
natural es de media década.
“Fue
reemplazada a costo directo para los contribuyentes estadunidenses, debido a su
uso impropio”, lamentó el Departamento de Estado en su Reporte sobre Monitoreo
de Bienes Donados, informe con el que Washington y sus embajadas fiscalizan
todos los años el destino del material que entregan a otros países como parte
de sus programas de política exterior.
En su
más reciente informe, la embajada se encontró con una realidad preocupante: a
veces no hay personal suficientemente entrenado en México para hacerse cargo de
equipos de última generación, que pueden permanecer sin ser utilizado por
largos periodos. Un desperdicio de recursos.
El
reporte, del cual se espera una actualización a finales de este mes, destaca
que, ante las malas experiencias de 2009 y 2010, la sección antinarcóticos de
la embajada de Estados Unidos determinó lanzar un programa de manejo
responsable para los agentes mexicanos antes de permitirles manejar equipo que,
en teoría, debe durar más de 12 meses.
Pero los
auditores especiales de la embajada de Estados Unidos, enviados de sorpresa a
las oficinas del gobierno mexicano en las que se encuentra el material donado,
se encontraron con que también hay otros problemas: hasta una tercera parte de
la flota aérea de la PGR ya es, en todos los sentidos, chatarra.
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En la
evaluación realizada por la embajada al material entregado a México destaca el
lamentable estado de la flota de ala rotativa de la PGR, muchas de cuyas
aeronaves están a la espera de ser enviadas al deshuesadero, más allá de
cualquier reparación posible.
De la
treintena de helicópteros UH-1H donados a México en la década de los 90
—reciclados de la guerra de Vietnam— quedan en aceptables condiciones 19, en
buena medida gracias a un programa de canibalización que ha permitido la
llegada de algunas piezas de recambio de viejas aeronaves que ya han sido
enviadas al cementerio aéreo de Fort Hood, en Texas.
Para
otros helicópteros, integrados a lo que queda del ala de intercepción de la
PGR, llegó el fin del camino. Algunos se han accidentado y son pérdida total,
como la unidad XC-JAU, que se estrelló el 30 de septiembre de 2007 sin víctimas
mortales.
Otros
helicópteros no han caído, pero ya no pueden siquiera despegar, debido al
desgaste de motores y rotores. Es el caso de las unidades con matrícula XC-JAX,
XC-JAQ, XC-JAA, XC-JAR y XC-BBD, simplemente no pueden ser utilizadas de forma
segura y están en proceso de ser destruidas, una vez que se encuentre una forma
económica de deshacerse de ellas. Hoy se encuentran abandonadas en un hangar de
Guadalajara.
“Se
determinó que estas unidades no son económicamente viables de reparar”, asentó
la embajada de Estados Unidos. “El permiso para destruirlas ya se obtuvo de la
Oficina de Narcóticos y Ley (del Departamento de Estado) y una vez que se
autorice proceder, el asesor de aviación de la sección antinarcóticos viajará a
Guadalajara para atestiguar su destrucción y recuperar sus placas de
identificación”.
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El
reporte del Departamento de Estado permite también determinar qué tan extensa
es la entrega de material y equipo al gobierno mexicano por parte de Washington
y da una idea de la apertura de las dependencias mexicanas a la embajada
estadunidense en la era del plan Mérida.
Las
oficinas que han recibido equipo son: PGR, SSP, Policía Federal, Centro de
Investigación y Seguridad Nacional, Instituto Nacional de Migración, y las
secretarías de la Defensa Nacional, de Gobernación, de Hacienda y Crédito
Público, además del Servicio de Administración Tributaria, Unidad de
Inteligencia Financiera; Administración General de Aduanas, Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, y Servicio de Administración y Enajenación de Bienes.
También
destacan Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, la
Nacional contra las Adicciones, Secretaría de Comunicaciones y Transportes,
Servicio Postal Mexicano, y Caminos y Puentes Federales, además de instancias
locales como la Policía Estatal de Baja California.
Actualmente,
en el inventario de las donaciones, la larga lista de donativos de Estados
Unidos, la embajada tiene 6 mil 146 objetos, entre los que se encuentran
automóviles, camionetas, motocicletas, decenas de Laptops, equipo balístico,
detectores gamma, equipo biométrico (desplegado en la frontera sur), vehículos
blindados, Hummers y equipo de laboratorio.
Intercambian
reos gobiernos de ambos países
••• Un
total de 45 reos que cumplían condenas por homicidio, secuestro y delitos
contra la salud fueron intercambiados por los gobiernos de México y Estados
Unidos. Las autoridades mexicanas entregaron a 14 reos de nacionalidad
estadunidense y a cambio recibieron 31 prisioneros que estaban en cárceles del
país vecino.
La
Procuraduría General de la República (PGR) informó que este intercambio de
prisioneros se dio dentro del tratado suscrito por ambos países en materia de
ejecución de sentencias penales.
La
dependencia federal explicó que la entrega se realizó en el Aeropuerto
Internacional de El Paso, Texas, hasta donde llegaron autoridades mexicanas y
estadunidenses.
Los 31
presos mexicanos fueron enviados al complejo penitenciario de Islas Marías,
donde compurgarán sus sentencias, mientras los 14 extranjeros quedaron a
disposición de la Oficina Federal de Prisiones, del Departamento de Justicia de
EUA.
“El
principal objetivo es auxiliar el proceso de readaptación de los internos para
que puedan cumplir su condena en prisiones cerca de su entorno familiar”,
señaló la autoridad.
*Milenio,
México • Leticia Fernández