Mazziteli expuso que los cárteles de la droga descubrieron cómo realizar modificaciones químicas a la heroína para eliminar el proceso de inyección, lo que ha hecho que esta droga –cuyo nivel adictivo es el más elevado del planeta— esté siendo utilizada con mayor frecuencia.

--¿Cuándo apareció esta nueva variante?

Hace dos años comenzamos a encontrarla, aunque desconocemos de qué parte de México proviene exactamente. Lo que ha mejorado es el método de producción. Los químicos han sido refinados.

Extraoficialmente, se estima que su precio en la calle oscila entre 300 y 700 pesos y su uso se encuentra concentrado en la frontera con Estados Unidos, aunque también hay reportes de incautaciones en el sur.

“Nuestras fuentes concuerdan con la información disponible del Consejo Nacional contra las Adicciones. Esta heroína es más potente, más fuerte y también más fácil de consumir. Ya no es como la tradicional heroína mexicana, la black tar que era de muy difícil suministro. Por el contrario, esta nueva heroína parece ser mucho más fácil de usar y eso la hace mucho más atractiva para los consumidores”, dijo el diplomático italiano en entrevista.

--¿Cuáles son los riesgos que representa esta nueva variante de heroína para un país como México?

Los riesgos son los que todos conocen: un aumento importante de la población de drogadictos. Eso también lo hemos visto con la cocaína y lo hemos visto con la marihuana. Una vez que la droga está en el mercado, crea su propia demanda.

Un ejemplo da una idea de la situación, del avance que ha tenido la heroína en el país, la creación de demanda: tan sólo en el centro de Ciudad Juárez, se estima que hay 5 mil adictos a esta droga, según cifras de la Secretaría de Salud de 2008.

Acorde a datos de los Centros de Integración Juvenil, esa cifra quedó ya rebasada. Se calcula que en 2011, año en el que se hará un nuevo censo de heroinómanos, quedará asentado un incremento sustancial en el número de usuarios.

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A la par de la aparición de una nueva variante de la heroína, Mazziteli reveló que México enfrenta una crisis sin precedentes en la producción de amapola y opio: el país se ha convertido ya en el tercer productor mundial de heroína del planeta, por encima de Colombia. Y va en camino de convertirse en el segundo productor, sólo por debajo de la superpotencia, Afganistán.

“Desde 2003, México ha sido la tercera fuente más grande de opio en el planeta y las cantidades producidas en 2008 están cerca de alcanzar las que produce Myanmar”, alertó, precisamente, Naciones Unidas. Lo hizo en su Reporte Mundial de Drogas, dado a conocer la semana pasada, en el que se detalla que la producción mexicana se elevó en un 120 por ciento en los últimos cinco años.

Mazziteli sentenció que el gobierno mexicano debe realizar un proceso de auto análisis para determinar qué no está funcionando en la erradicación de amapola –que desde el sexenio pasado realiza la Secretaría de la Defensa Nacional--, porque la producción en México literalmente se cuadruplicó, al pasar de 8.6 toneladas en 2004 a 38 toneladas en 2008.

“Esto tiene que seguramente hacer reflexionar y aun cuando la mayoría de la heroína mexicana es exportada a Estados Unidos, la encuesta epidemiológica practicada en el 2008 por el gobierno de México reveló que hay también un aumento en el consumo en el país”, dijo el funcionario de Naciones Unidas.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos postuló una teoría adicional sobre por qué se ha incrementado radicalmente la producción de amapola en estados como Chihuahua, Durango y particularmente Sinaloa: el recrudecimiento de la guerra contra los cárteles ha tenido, como resultado colateral, una menor erradicación al haber menos soldados asignados a tareas de búsqueda y destrucción en los montes.

“Aunque el gobierno de México tiene un robusto programa de erradicación, buena parte del personal militar tradicionalmente asignado a la destrucción de amapola ha tenido que ser desviado a la ofensiva contra los carteles”, sostuvo el procurador de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, en una carta enviada al Congreso estadounidense en marzo pasado y de la que MILENIO obtuvo una copia.

El Centro Nacional de Inteligencia de Drogas de Estados Unidos (NDIC por sus siglas en inglés), estimó este año que, por primera vez, la heroína mexicana compone ya el 40 por ciento del mercado de consumo en la Unión Americana y ha sobrepasado a la droga proveniente del “Triángulo Dorado” en el sudeste asiático –Tailandia, Myanmar, Vietnam y Laos—en las preferencias de los heroinómanos estadounidenses.

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Mazziteli consideró que el resurgimiento de la heroína, una droga cuyo pico de uso parecía confinado a los setenta y a segmentos muy reducidos de la población, se debe parcialmente a que los carteles mexicanos de la droga han decidido “crear un nuevo mercado”, ante la maduración que ha sufrido el de la cocaína.

“El mercado de la heroína puede ser nuevo, muy atractivo, un mercado también que produce una adición de mucho más largo plazo y de difícil tratamiento. No hay que olvidar tampoco que México tiene una larguísima historia de producción de sustancias derivadas de la amapola. Creo que estamos viendo un retorno a esa tradición”, indicó.

Para hacer frente a este resurgimiento de la amapola en el país, la oficina contra la Droga y el Delito de la ONU ofreció al gobierno mexicano el uso de su tecnología satelital para incrementar la detección de plantaciones, experiencia que sería puesta a disposición de la Secretaría de la Defensa Nacional, que por su parte ya tiene un proyecto para crear una unidad de análisis de imágenes espaciales.

“Vamos a desarrollar aquí una tecnología satelital y de análisis de esta información para que se puedan dar respuestas más precisas acerca de los cultivos. Ya lo usamos en Afganistán, en Colombia, y sus gobiernos trabajan con esos datos desde hace ya más de 10 años”, agregó el funcionario de Naciones Unidas.

En tanto esa tecnología entre en funcionamiento, las cifras apuntan a un hecho concreto: la amapola, en México, va al alza.