“El asesor tendrá que asumir el liderazgo en las operaciones para planear y mejorar las capacidades de las direcciones aéreas de la Secretaría de Seguridad y la Procuraduría General de la República para detectar, perseguir, interceptar y confiscar aeronaves sospechosas”, planteó Washington.
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Otra misión asignada al nuevo coordinador aéreo de la embajada de Estados Unidos será la de revivir o repotenciar la campaña nacional de erradicación por vía aérea de plantíos de mariguana y amapola, que se ha estancado en los últimos años según cifras oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Y es que desde que las operaciones de erradicación de plantíos fueron transferidas de la Procuraduría General de la República a la Fuerza Aérea Mexicana hace 4 años, el número de plantaciones destruidas ha sufrido un drástico descenso y hoy se encuentra en el punto más bajo de la última década.
Según estadísticas compiladas por la Sedena, de una cifra récord de plantíos de mariguana destruidos con herbicidas y manualmente en el 2000 –con 24 mil 507 hectáreas destruidas—se pasó a sólo 13 mil hectáreas en 2009 y 4 mil 91 hectáreas en el 2010.
También se detectó un descenso en la erradicación de plantíos de amapola. Si en 2000 se destruyeron 154 mil plantaciones, para 2009 se pasó a 70 mil 826 y en 2010 sólo 32 mil 316, aunque la Defensa Nacional sostiene que el número de hectáreas fumigadas se incrementó, al pasar de 11 mil 827 hace 11 años, a 13 mil 345 en el 2009.
Una respuesta parcial al incremento de los plantíos a nivel nacional podría ubicarse en el estado de la flota de erradicación: según el gobierno de Estados Unidos, los helicópteros UH-1H empleados para dispersar herbicidas en las plantaciones –y que han sido prestados por la PGR a la Fuerza Aérea Mexicana-- se acercan rápidamente al final de su vida útil y deberán ser retirados en los próximos cinco años, cuando mucho.
“(El asesor) deberá planear y coordinar con la SSP y la PGR un plan realista sobre cuándo y cómo reemplazar los UH-1H”, determinó el Departamento de Estado.
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Los trabajos y el progreso del asesor serán dirigidos desde Washington por el Buró de Narcóticos Internacionales y de Seguridad del Departamento de Estado (INL por sus siglas en inglés). Pero se deja en claro que él deberá mudarse a México y aceptar los riesgos de vivir en el país.
“El trabajo del asesor será lo mismo físico como sedentario e involucrará actividades tanto en la embajada como en el campo. Deberá viajar frecuentemente y ser desplegado a terrenos austeros en el desierto o en zonas montañosas”, se explica en el contrato.
Y se le advierte que la situación que enfrentará en México es todo menos fácil. “Su trabajo incluirá viajes al campo (mexicano). Deberá poder trabajar independientemente en áreas remotas del país por largos periodos. Y algunos campos en los que trabajará están en regiones en las que ha habido reacciones hostiles por parte de narcotraficantes y cultivadores”.