El peligro de que el país degenere en un narco-Estado, reconoció, “es latente en la medida que el Estado no reaccione. Es evidente que la presencia del narcotráfico en el interior del país es cada vez mayor y ha ido lentamente cooptando la autoridad local desde las de elección popular hasta las judiciales. Entonces esto es un proceso que evidentemente está en marcha y que está creciendo”.

En entrevista con MILENIO, Chela Urrea advirtió que la situación es tal que no sólo Estados Unidos debe contemplar dotar al país centroamericano de un paquete de ayuda económica, sino la estrategia antinarcóticos guatemalteca debe rediseñarse para enfrentar de forma más efectiva el creciente reto de seguridad que representan los Zetas y el cartel del Golfo.

“En términos de política exterior este tema lo deberíamos tratar en forma bilateral con los norteamericanos porque es evidente que las condiciones de Guatemala por su frontera con México y su territorio son diferentes a los demás países de la región centroamericana. Lo que yo estoy diciendo es que así como hay un plan Colombia y hay un plan Mérida, Guatemala tendría que tener su propio plan especifico, una Iniciativa Tical, por decir algo”, dijo.

Cerrar el paso de drogas desde Colombia; cambiar en 180 grados el enfoque de las operaciones antinarcóticos y en vez de sellar la frontera con México controlar las más manejables fronteras con Belice, El Salvador y Honduras; involucrar al Ejército en tareas de inteligencia contra los carteles y depurar la Policía Nacional de elementos corruptos, son algunos de los pasos adicionales que se podrían tomar, añadió el diplomático.

A finales de este mes, en algún punto del territorio mexicano –la ubicación no ha sido revelada-- el Grupo de Alto Nivel de Seguridad Fronteriza México-Guatemala analizará la crisis que vive el país centroamericano, al que la administración de presidente Felipe Calderón ofreció recientemente dotar con tecnología proveniente de la Plataforma México, para permitirle identificar a criminales con nexos en ambos países.

Afectada por la migración de los carteles mexicanos, inmersa en una crisis que ha visto las tasas de homicidio multiplicarse por cuatro –a niveles incluso superiores a los de su guerra civil-- y sin recursos económicos, Guatemala enfrenta hoy una expansión de la guerra del narco, pero en circunstancias mucho más precarias que México.

Frente a organizaciones criminales cuyas ganancias rondan los 40 mil millones de dólares anuales según la ONU, contrasta el Producto Interno Bruto guatemalteco: 36 mil millones de dólares. El presupuesto total del gobierno centroamericano fue, en 2009, de 5 mil millones de dólares.

“En la parte de recursos hay un enorme desventaja. Pero esa desventaja podría y debería ser convertida en una enorme ventaja si la (nueva) estrategia se diseña en términos realistas y objetivos porque no hay manera que Guatemala gane una guerra directa contra el narcotráfico”, lamentó Chela Urrea.

En ese sentido, el diplomático aceptó que la guerra mexicana se ha derramado y asentado en Centroamérica debido a la presión que ejercen las Fuerzas Armadas Mexicanas sobre las organizaciones del crimen organizado.

“Estamos viendo un efecto cucaracha”, dijo. “Lo que hemos visto es que los dos principales cárteles que operan en el país son el cártel de los Zetas y el cártel de Sinaloa, que pretenden controlar las rutas desde Colombia. Pero no hay los recursos suficientes (para enfrentarlos)”.

La presencia de ambas organizaciones criminales se ha hecho patente en al menos tres masacres en los últimos tres años, la más reciente en junio pasado, en las que se vieron involucrados sicarios mexicanos en el norteño departamento de Petén, fronterizo con Chiapas.

Según el gobierno guatemalteco, 2010 se convirtió también en el primer año en el que el número de mexicanos procesados por delitos contra la salud en Guatemala rompió récord: 25 connacionales se encuentran en este momento detenidos en cárceles del país centroamericano por narcotráfico.

El embajador guatemalteco sentenció que otra de las problemáticas que se han hecho patentes –al transformarse Guatemala en el punto preferido de traslado de droga desde Colombia a México-- ha sido la creciente presencia de avionetas cargadas de droga en la frontera con Chiapas.

“Hay una enorme posibilidad de ingresar droga a Guatemala por esa vía. Según los datos oficiales hay más de 450 pistas de aterrizaje en Guatemala y la mayoría de ellas ubicada en el norte del país (cerca de México). Traen la droga, aterrizan y en muchas ocasiones dejan la avioneta quemada porque eso va en el costo y posteriormente esa droga pasa a territorio mexicano por vía terrestre”, apuntó.

Al respecto, Chela Urrea consideró que el deterioro de seguridad en Guatemala es reversible, pero advirtió que el tiempo es un factor que juega en contra.

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