Obama destacó que ha presupuestado 10 mil millones de dólares para programas de prevención en su país.

“Tenemos que asegurarnos que estamos prohibiendo el flujo de dinero y de armas hacia el sur. No es bastante con sólo prohibir drogas hacia el norte, así que hemos iniciado toda una batería de medidas para reducir ese flujo hacia el sur”.

Es un problema serio, dijo el mandatario, un reto importante, y los dos países van a tener que trabajar conjuntamente.

Reconoce cooperación

En la conversación, Barack Obama afirmó que, sin embargo, durante su visita a Washington, el presidente mexicano Felipe Calderón reconoció la coordinación que hay entre ambos países en la lucha contra las organizaciones criminales.

“La coordinación de mi administración, en la que estamos comprometidos para tratar a los cárteles de la droga, no tiene precedentes, y en conjunto ha sido muy robusto el programa y muy eficaz, pero ha habido problemas”, dijo el mandatario.

El presidente estadounidense también hizo referencia a las armas que entraron a México a través de la operación Rápido y furioso, y aseveró que ha enviado un inspector general para investigar el asunto.

Obama descartó que la renuncia de Carlos Pascual como embajador de Estados Unidos en México sea sinónimo de que la relación entre ambos países no esté funcionando.

El presidente Barack Obama concluyó ayer una gira de tres días que incluyó visitas a Brasil, Chile y El Salvador.