Las autoridades revelaron también nueva información sobre las horas anteriores al atentado del sábado, en el que murieron seis personas y otras 14 resultaron heridas, incluida Gabrielle Giffords.

Esa mañana, Randy Loughner, el padre Jared, lo vio sacar una bolsa negra del maletero de un automóvil, dijo el alguacil Clarence Dupnik. Randy se acercó a su hijo, quien murmuró algo y se marchó corriendo. El padre del asesino subió entonces a su furgoneta y persiguió a su hijo, quien abordó un taxi que lo llevó al supermercado donde la representante demócrata —que había desempeñado tres periodos en la Cámara Baja— realizaba una reunión para conocer las preocupaciones de los residentes en su demarcación. Entre los muertos figuró un juez federal y una niña de 9 años.

Familia pide perdón

Ayer, los padres de Loughner, quienes se habían mantenido en silencio y encerrados en su casa desde el tiroteo, ofrecieron disculpas por lo ocurrido en Tucson.

“No hay palabras que puedan expresar cómo nos sentimos”, escribieron Randy y Amy Loughner en un comunicado que se entregó a los reporteros apostados frente a su vivienda. “Desearíamos que existieran esas palabras, para que pudiéramos hacer que ustedes se sientan mejor. No entendemos por qué ocurrió esto. Nos preocupan profundamente las víctimas y sus familias. Sentimos mucho su pérdida”.

Entrevistas realizadas el martes con gente que conocía a Loughner o a su familia pintaron la semblanza de un joven solitario que tenía problemas para adaptarse a la sociedad. Antes de que todo se derrumbara, aparentemente Jared Loughner vivió lo mismo que muchos jóvenes de la actualidad. Vivía en casa con sus padres, trabajaba en empleos mal remunerados en tiendas y hacía algunas tareas como voluntario, que le agradaban.

Nada de eso funcionó. La relación con sus padres era mala. Solía tener conflictos con sus colegas de trabajo y con la policía. No podía acatar las reglas en un refugio para animales, en el que pasaba algún tiempo. Mientras tanto, los padres de un amigo íntimo de Jared, Zach Osler, dijeron que el sospechoso, que es hijo único, tenía una relación tensa con sus padres. Loughner está acusado de intentar asesinar a un congresista, del homicidio de dos funcionarios federales y de intento de asesinato de otros dos. Estos son cargos federales. Se abogada es Judy Clarke, quien defendió al asesino Ted Kaczynski, conocido como el Unabomber.