Paradójico resulta que en una Argentina aparentemente en crecimiento sea el mismísimo Gobierno el que genere los problemas. Con superávit alto, recaudaciones récord, superpoderes para manejar fondos públicos con discrecionalidad, legitimidad para gobernar a través de decretos de necesidad y urgencia, mayoría parlamentaria, oposición desarticulada, exportaciones aranceladas, cosechas auspiciosas, precios internacionales favorables, etc. parece insensato el surgimiento de tantos conflictos. Lo cierto es que, el Gobierno, viene cometiendo un error estratégico-político por mes: Diciembre, el caso Gerez; Enero, la Triple A; Febrero el INDEC… Problemas todos ellos que cercenan el presente y consumen el futuro. Hay un abono mensual al auto-boicot.

Todos estos desatinos, sin embargo, parecen  efímeros por el ritmo de las noticias y el poco tiempo que perduran en el debate mediático, pero a mediano-largo plazo generaran consecuencias inevitables y quiérase o no su sumatoria va haciendo mella en la credibilidad del Gobierno.

En la última semana, la “intervención” en el INDEC marcó a las claras el objetivo político del oficialismo: se trata de llegar a Octubre con portadas de medios favorables al Gobierno. No salió tan así pero el intento se hizo. Si el índice inflacionario es del 1,1 o del 2,8 por ciento no parece ser el problema. No es novedad que el fin justifica los medios en la gestión kirchnerista. Lo justifica cuando se presiona para controlar precios y lo justifica cuando hay que remover funcionarios. Si jueces y fiscales son depuestos cuando una investigación o un fallo no es favorable al Gobierno, no debiera sorprender una remoción como la sucedida en el INDEC. La mayoría de la sociedad argentina no sabe siquiera qué es un índice económico, menos todavía conoce sus orígenes y no está interesada tampoco en averiguar ni el quién ni el cómo. Todavía se veranea 15 días…

El aumento de precios es evidente lo exprese o no el número oficial. De todos modos, las sucesivas crisis inflacionarias en el país han dejado cicatriz y mientras el pueblo perciba que hay un gobierno que “gestiona” en pro de sus intereses, y se pueda pisar la Bristol 15 días, los datos serán una anécdota. Esta es la razón por la cuál la actual discusión sobre el manejo arbitrario de los datos del INDEC no trasciende más allá de los diarios y de algunos debates mediáticos. El Gobierno aún tiene herramientas para hacer creer que se están defendiendo intereses sociales, aunque en el largo plazo quede en evidencia que no se actuaba de esa manera. La demagogia de atril actúa creando esa inconsciencia.

Ahora bien, la sumatoria de errores y las soluciones que no llegan en algún momento se pagan. El Gobierno, con miras a Octubre de 2007, está dejando un sinfín de boletas impagas. Quizás sea bueno indagar cuándo vencen estas facturas y hasta dónde se puede acumular, adeudar, disimular…

Ni siquiera el viaje de la Primera Dama a Francia salió como esperaban. Las fotos son buenas. La película es mala. Si acaso se buscó mostrar a Cristina Kirchner como candidata, esta imagen se desdibujó el mismo día del arribo a París cuando en un acto en la Casa Rosada el Presidente volvió a hablar de un candidato pingüino o pingüina para los próximos comicios, volviendo a sembrar intrigas pero dejando abierta la puerta para permanecer él en el poder como se prevé que sucederá. La dilación de decisiones y la falta de información son una característica más de la gestión oficial. Pero estas demoras en materia proselitista apuntan a la necesidad del Gobierno por obtener certezas más que señales acerca del valor real que tienen sus posibles candidatos. Gobernar a través de encuestas y sondeos de opinión pública provoca falta de precisión y pérdida de tiempo. Mientras la oposición siga midiendo su imagen o eligiendo compañeros de fórmula con menos prontuario de los que se auto-postulan, el tiempo sobra…    

La remoción de la directora del INDEC, organismo autónomo, evidencia las torpezas del Gobierno. La política de control de precios y las medidas de tinte intervencionista siguen siendo una constante. Se trata de acumular poder. El Congreso coopera a ello sancionando sin modificaciones siquiera los decretos de necesidad y urgencia. Así, Néstor Kirchner posee hoy prácticamente el mismo poder que Hugo Chávez en Venezuela adónde el jefe de Estado viajará el 21 de Febrero a fin de sellar la Alianza Estratégica y pedir más…

Otro de los problemas que el Gobierno recrea por omisión más que por error es la inseguridad. Por más que el Ministerio del Interior se niegue a difundir estadísticas de delito y violencia, la realidad se difunde a sí misma. Para ensombrecer la situación nos encontramos hoy con una Argentina que ha pasado de ser un país de tránsito para pasar a ser un país productor de droga. Se han multiplicado las “cocinas” de pasta base en el conurbano bonaerense. El “paco”, droga consumida preferentemente en clases bajas, ha llegado a las clases medias. Un año de consumo de esta droga quema el cerebro y lleva a una muerte segura. En los últimos tres años el consumo de pasta base aumentó un 500%. Cada cigarrillo cuesta 1 peso. El “crash” que es una droga más sofisticada aumentó un 300% en los últimos 3 años. En contrapartida tenemos hoy una publicidad oficial difundiendo un número de teléfono para aquellos que quieran comentar su flagelo…

En los próximos días, la negociación por la suba salarial será el comodín que saque de escena al 1,1% y al militante de Escobar que, a su vez, reemplazara a Jorge Julio López. La foto de Hugo Moyano entrando a Balcarce 50 saldrá de parrilla para volver a las portadas de los diarios y el poder gremial sumará un favor más cuyo costo se pagará seguramente pasado Octubre aunque ya se haya hipotecado futuro. Eso es lo que se logró haciendo ciertas concesiones a los sindicatos: Véase sino la modificación al sistema jubilatorio, las mayores atribuciones dadas al sector rural para la administración de fondos de seguridad social o las negociaciones en ciernes para los aumentos salariales.

Asimismo se instala con mayor fuerza la campaña electoral. La idea del Gobierno apunta a propagar un nacionalismo exacerbado al tiempo que recreará otro conflicto capaz de alterar el ánimo ciudadano aunque en el exterior no se lo advierta siquiera. Con motivo de los 25 años de la gesta de Malvinas, volverán los reclamos a Gran Bretaña retirando la agregaduría militar argentina en Inglaterra. Posiblemente éste sea el error correspondiente al mes de Marzo… De algo podemos estar seguros, con esta dinámica, el 1,1% quedará sepultado en el olvido más absoluto aún cuando los bolsillos crujan con cada visita al supermercado.

Por último, aunque el orden de los factores no altere el producto, siempre habrá algún militar capaz de protagonizar una noticia vencida 30 años atrás Lo cierto es que en Argentina hay dos escenarios posibles. Uno el que se vislumbra hasta Octubre y otro el pos-electoral. Este último puede encontrar al Gobierno triunfante, con crédito renovado aún a un costo elevado. Habrá que observar cómo se devuelven los favores tras los comicios o si Néstor Kirchner sigue actuando acorde a como lo ha venido haciendo hasta ahora: soltándole la mano a quienes no resulten victoriosos y apadrinando el triunfo sin recordar que para obtenerlo se han librado cheques en blanco. Si Eduardo Duhalde quedó relegado tras la asunción a la Presidencia también es factible que los favores que lo lleven con más facilidad a una victoria en Octubre próximo terminen siendo ninguneados  y la soberbia se potencie aún más. La frustración de quienes no reciban lo que les ha sido prometido a cambio marcará el comienzo de una crisis capaz de mostrar paradójicamente el comienzo del final.

GABRIELA POUSA

(*) Analista Política. Lic. en Comunicación Social (Universidad del Salvador) Master en Economía y Ciencias Políticas (ESEADE)