El documento, enviado a finales de noviembre, cuando el oficial terminaba su estancia de un año en Irak, presentó una evaluación de asuntos políticos, económicos y de seguridad, dijeron los funcionarios.

Sobre todo, los funcionarios calificaron el documento como una evaluación real de las dificultades que enfrenta el país. Dijeron que advertía que la situación de la seguridad a empeorará, incluyendo mayor violencia y choques sectarios, a menos que pronto hubiera marcadas mejoras por parte del gobierno iraquí para ejercer la autoridad y reconstruir la economía.

Estas apreciaciones son mucho más pesimistas que el panorama que ofrece la administración Bush.

Según los funcionarios, el embajador de EE.UU. en Irak, John D. Negroponte, dijo que se han hecho más progresos en el combate a la insurgencia de los que describe el documento de la CIA.

El documento del jefe de estación ha sido ampliamente difundido fuera de la CIA. Los funcionarios que hablaron de él se negaron a ser identificados por nombre o afiliación, debido a lo delicado del asunto. Por su parte, el jefe de estación no puede ser públicamente identificado, porque trabaja de manera encubierta.

Al ser interrogado sobre el documento, el vocero de la Casa Blanca, Sean McCormack, dijo que no podía discutir asuntos de inteligencia, al tiempo que un portavoz de la CIA se limitó a afirmar que no podía comentar sobre ningún documento clasificado.

En los últimos meses, algunos republicanos han acusado a la agencia de buscar socavar al presidente Bush al revelar documentos de inteligencia cuyas conclusiones contravienen a la administración o a sus políticas. Sin embargo, un funcionario del gobierno dijo que nuevas evaluaciones podrían sugerir que Porter J. Goss, nuevo director de la CIA, está dispuesto a escuchar puntos de vista diferentes a los expresados por la administración.

La Estimación Nacional de Inteligencia , un documento separado y más formal, también clasificado, preparado en julio y enviada a la Casa Blanca en agosto por agencias de inteligencia estadounidenses, también presentan un negro panorama sobre el futuro de Irak para finales de 2005. Entre los tres posibles panoramas descritos en ese documento, el mejor es una débil estabilidad y el peor una cadena de eventos que podría derivar en una guerra civil.

Luego de los reportes que revelaron la existencia de la Estimación Nacional de Inteligencia , el presidente Bush descartó las conclusiones como nada más que una apuesta. Desde entonces, sin embargo, la violencia en Irak ha aumentado.

Entretanto, el presidente George W. Bush advirtió el martes que podría haber un repunte de los ataques terroristas en Irak de cara a las elecciones del 30 de enero próximo.

A su vez, el primer ministro de Irak, Iyad Allawi, declaró en una entrevista el diario belga Le Soir que desea prolongar varias semanas las elecciones previstas para finales de enero, a fin de garantizar una mayor seguridad.

En este contexto, la cifra oficial de soldados estadounidenses muertos en combate desde la invasión a Irak ascendió ayer a mil, cuando murió un efectivo en Bagdad tras un ataque a su patrulla.

En tanto, una bomba estalló cerca de una patrulla de la Guardia Nacional iraquí al sur de Bagdad; saldo: tres guardias muertos y 11 heridos. Y en Mosul, desconocidos lanzaron artefactos explosivos contra dos iglesias cristianas. No hubo víctimas.