La rentabilidad anualizada del bloque monetario de 18 países se redujo un 0.6% en el segundo trimestre del año, de 0,8% en el primer trimestre a 0.2%. Por otra parte, la Organization for Economic Cooperation and Development anunció a mediados del mes pasado que el crecimiento en el motor económico de la zona euro "pierde impulso". Casi todos los informes sobre la caída del PBI y la cautela de la OCDE sobre Alemania se correlacionan con la noticia sobre las sanciones económicas de Europa y Rusia. Esto alimenta la percepción pública de que la desaceleración económica en Europa es consecuencia de la crisis en Ucrania. "Los riesgos geopolíticos están aumentando. Y algunos de ellos, como la situación en Ucrania y Rusia, tendrán un mayor impacto en la zona euro de lo que ellos...tienen en otras partes del mundo", dijo Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo.

Muchos expertos afirman, sin embargo, que esta percepción pone demasiada culpa a Rusia y muy poco en profundos problemas estructurales con las economías europeas claves. Paul Sullivan, profesor de economía en el National Defense University y profesor adjunto en Georgetown University, dijo que las sanciones son un argumento falso útil para los políticos europeos que no ha tratado eficazmente con las secuelas de la crisis de deuda soberana europea.

La zona euro salió de la recesión técnica en 2013, pero mantiene los problemas estructurales, que las autoridades no han resuelto. "Son las políticas; es la lenta recuperación; es el estancamiento del desempleo de los jóvenes", dijo Sullivan. "La gran recesión tiene que ver todavía una gran recuperación en Europa. Hay una enorme carga de deuda". Agregó que las sanciones proporcionan cobertura perfecta para los problemas económicos a largo plazo de Europa, especialmente en países como Italia, España y Portugal. Las economías de cada uno son décadas detrás de los líderes económicos de Europa y sus gobiernos no tienen planes concretos sobre la manera de ponerse al día. Los líderes europeos podrían hacer retroceder en el punto de vista de que las sanciones rusas tienen la culpa de la desaceleración. "Pero estarían cavando a sí mismos en un todo más profundo debido a las malas decisiones de política", dijo Sullivan.

Edward Goldberg, profesor de Baruch College y del New York University Center for Global Affairs, señaló que Alemania, la mayor economía de Europa, vio su caída en el crecimiento del 0,2% en el segundo trimestre, frente al 0,7% del crecimiento en el primer trimestre. Sin embargo, dijo que sería un error culpar a la desaceleración entera a las acciones agresivas de Moscú en Ucrania y la fuerte respuesta occidental."En términos de la economía alemana, si que se ha ralentizado un poco. Pero eso no tiene nada que ver con Rusia", dijo Goldberg. "Es demasiado pronto para cualquiera de las sanciones que han tenido un efecto".

Los estados bálticos, Balcanes y Europa central en el top de la economía en negro en Europa

El Báltico, los Balcanes y la mayoría de los países europeos emergentes tiene de las más grandes economías negras en Europa, con los países del sur de Europa se arrastra cerca, sostiene un estudio. El porcentaje de trabajo no declarado de cualquier actividad remunerada que es legal en cuanto a su naturaleza pero que no es declarada a las autoridades públicas -representaron el año pasado por más de una cuarta parte del producto bruto interno en los países bálticos y más de una quinta parte de los países de Europa Central a excepción de Eslovaquia y la República Checa, dijo Randstad, una firma de consultoría de recursos humanos holandesa que ofrece servicios de staff temporario a nivel global, en su reporte anual en tendencias de empleos globales.

En cuanto a las partes desarrolladas de Europa la economía negra era igualmente alta en Italia y en Grecia, y era más pequeña, con lecturas de menos del 10% del PBI, en Austria, Francia y el Reino Unido. El estudio, que en 2014 se centró en la economía en negro y fue preparado por la Universidad de Sheffield, Regioplan Policy Research Ltd. y SEO Economic Research. "Europa está dividida de forma explícita en una parte oriental y otra occidental como por el tamaño de la economía en negro, desafortunadamente, Hungría cae en el peor lado", dijo Sandor Baja, jefe del brazo húngaro de Randstad. La economía en negro representa el 22% del PBI en Hungría en 2013 frente al 15% en la vecina Eslovaquia, el 16% en la República Checa y el 24% en Polonia.

En contra de la creencia popular, una mayor presión fiscal no se traduce en un mayor porcentaje de trabajo no declarado, incluyendo un aumento en el impuesto sobre la renta personal, dijeron los investigadores. Pero la corrupción en el sector público mostró una fuerte correlación con la prevalencia de la economía en negro. "Cuanto mayor sea el nivel de percepción de corrupción del sector público, mayor es la prevalencia de la economía no declarada. Esto, por tanto, se apoya en la afirmación liberal de que el empleo no declarado es una estrategia de salida perseguido por quienes se ven enfrentado por los sobornos y la corrupción cuando se trata de entrar o permanecer en una economía declarada", dijo el estudio.

Por otra parte, los gastos estatales en intervenciones en el mercado laboral, tales como la formación, los incentivos al empleo, los incentivos a la creación, la rotación de los puestos y el reparto del trabajo pueden reducir el mercado negro. Cuanto mayor sea el nivel del gasto social per cápita de la población, la menos frecuente es la economía no declarada, hallaron los investigadores. Esto niega que las reducciones en el gasto social se reduzca la economía sumergida ya por la provisión del estado de bienestar proporcionado a personas en un medio alternativo de supervivencia y disminuye su necesidad, especialmente entre las personas socialmente vulnerables, a su vez a la economía no declarada como una práctica de supervivencia.

Proporcionar un entorno en el que sea más fácil para las empresas recurrir a firmas de trabajo temporal para satisfacer la demanda de trabajo también ayuda a reducir la economía en negro.

El euro como chivo expiatorio

Con el rentree (vuelta al trabajo), los eurócratas y sus masters políticos en torno a las capitales nacionales de Europa vuelven a la tarea de trazar un rumbo político de la UE debe aplicar para los próximos cinco años. Pero Europa está desgarrada, políticamente, pero con raíz intelectual, entre dos visiones incompatibles de lo que debe hacer.

Una de ellas es la convicción, engendrada por el trauma de la crisis de deuda soberana, que por lo menos 18 miembros de la eurozona deben perseguir la integración mucho más profunda. Esto significa poner más recursos financieros y más toma de decisiones políticas bajo control centralizado. La otra es la creencia, reforzada por las elecciones del pasado mes de mayo, que la integración ya ha ido más lejos que lo que el público acepta. El imperativo político es devolver la formulación de políticas de autonomía a los estados miembros.

Cuando el sufrimiento económico aún se debilita la región desde el interior, y los enemigos y rivales desafían desde fuera, la confusión es lo último que necesita Europa. Al igual que los individuos, las organizaciones políticas que no logran resolver sus contradicciones tienden a recurrir a la disonancia, duplicidad o conflicto. Con la disonancia -simplemente ignorando la formulación de políticas contradictorias se sacuden de una dirección a otra, a veces más hacia Europa, a veces fuera de ella. Esto es lo mismo que tener ningún sentido en absoluto.

Duplicidad -perseguir "más Europa" mientras pretende perseguir menos- es fácil para los líderes que han marginado la larga elección democrática en favor del mejor interés de la gente como ellos lo ven, y nutridos por el euroescepticismo falsamente culpando a "Europa" por la cosas en su poder para cambiar. Y si cada país tuviera que decidirse por uno u otro lado del dilema, la contradicción se jugaría como una batalla épica entre dos campamentos del estadio nación. Hasta ahora, tan desalentador. Pero hay una solución gordiana al espinoso problema de que Europa se ha atado a sí misma. Es para reevaluar la afirmación de que la unión monetaria solo puede funcionar con una unión fiscal y una unión política.

Esa afirmación ha permitido a los países deudores señalar con el dedo a la falta de voluntad de Berlín para financiar el euro, sin límites. Alemania, por su parte, puede responder con razón que son los otros los que se niegan a renunciar a la soberanía nacional en algo parecido a la medida de un fondo común de recursos. El euro, en otras palabras, ofrece un chivo expiatorio conveniente. Pero no fue el euro, lo que impidió una rápida reestructuración de las deudas soberanas y bancarias donde éstos eran impagables, o una recapitalización de los bancos europeos -con capital privado, cuando sea posible, pero a través de forzosos canjes de deuda por capital social cuando sea necesario.

El idealismo europeo

Idealmente, Europa sería una unión política. Como tal, era el mejor situado para afrontar los retos del siglo 21 de manera que sirviera a sus propios intereses. Esta fue también la idea original detrás de la medida para lograr la unidad europea después de la segunda guerra mundial. Esos esfuerzos se vieron obstaculizados ya en 1954 cuando la Asamblea Nacional francesa no ratificó la European Defence Community. Como resultado, se tomó la decisión de centrarse en la cooperación económica. Esta disfrutó de legitimidad: los pueblos de Europa esperaba con razón una creciente prosperidad.

Desde entonces, el proyecto de integración europea ha sido un proceso en el que cada paso adelante ha sido el paso que era factible en el momento. Esto fue también el caso hace 20 años, cuando surgieron disputas sobre si se debe ampliar o profundizar la Unión Europea. A mediados de la década del 90, Europa parecía necesitar primero una constitución. Y en segundo lugar, debido a los apetitos de los distintos estados miembros que la integración tenía que ser flexibles en el movimiento hacia adelante. Pero estábamos convencidos de que dentro de esta flexibilidad, Europa necesitan un núcleo sólido para seguir adelante con la integración.

Esto se hizo realidad con la creación de la unión monetaria en 1999. Ese evento fue precedido por un gran debate sobre lo que debería ser lo primero: la unión política o monetaria? en ese momento se decía que se iniciaba con la unión monetaria y la conclusión de un pacto de estabilidad con las normas que cada miembro tiene que observar. Pero, lamentablemente Alemania y Francia minaron el pacto en 2003, dando un mal ejemplo que otros siguieron. Todos sabemos lo que pasó después de eso. Hoy, después de mucho esfuerzo, están saliendo de la crisis paso a paso.

La tarea ahora es seguir avanzando por este camino. Esto incluirá un enfoque en el "core" de Europa- en todos los sentidos de la palabra. Es necesario emprender una revisión de las tareas centrales de Europa, y para distribuir responsabilidades de conformidad con el principio de subsidiariedad, según el cual el poder reside localmente siempre que sea posible -al igual que se argumentó hace 20 años. Esperamos con interés las propuestas específicas del Reino Unido sobre estos temas también.

Los analistas en temas internacionales coinciden en que la UE debería centrarse principalmente en las siguientes áreas: un mercado interno abierto y justo; el comercio; los mercados de divisas y financieros; el clima, el medio ambiente y la energía; la política exterior y de seguridad. En estas áreas el éxito duradero sólo puede alcanzarse si los Estados miembros actúan en el ámbito europeo.

También se requiere una acción a nivel de la UE para hacer frente eficazmente a los retos demográficos y la escasez concomitante de mano de obra calificada. Si queremos seguir siendo fuerte y competitivo, necesitamos suficientes trabajadores calificados. Las libertades fundamentales de la UE ayudarán a lograr ese objetivo. Debemos respetar la libertad de establecimiento -el derecho de las personas y las empresas para llevar a cabo negocios donde quieran. Pero incluso en este caso, es esencial establecer los incentivos adecuados a fin de evitar el "turismo social" y una ola de inmigración provocada por la pobreza.

Los niveles de bienestar económico todavía divergen enormemente en toda Europa; por esta razón, cuando se trata de la legislación sobre el acceso de los sistemas de seguridad social, hay que encontrar soluciones a nivel de la UE que tengan en cuenta estas diferencias.

Una vez que la responsabilidad de estas tareas se encuentre desde donde se puedan abordar con una mayor eficacia, cada nivel del gobierno -regional, nacional o supranacional- debe gozar de las facultades legislativas pertinentes y la autoridad para hacer cumplir las reglas.

Para ellos, hay que volver a las instituciones y procedimientos fundamentales de la UE. Considere dos propuestas ¿Por qué no tener un comisionado de presupuesto europeo con poderes para rechazar presupuestos nacionales si no se corresponder con las reglas que se acordaron conjuntamente? También estar a favor de un "parlamento de la zona euro", que comprende los eurodiputados de los países de la zona euro para reforzar la legitimidad democrática de las decisiones que afectan el bloque de moneda única.

Sin embargo, la mayoría de los estados miembros están actualmente dispuestos a transferir más autoridad a Europa. Y eso nos lleva de nuevo a los acalorados debates sobre política europea en 1954 y 1994. Entonces, como ahora, nuestra conclusión sigue siendo la misma. Se debe seguir avanzando en el proyecto europeo utilizando los instrumentos e instituciones imperfectas e incompletas que existen hoy.