El Banco Mundial y Institute for Health Metrics and Evaluation de la  University of Washington en Seattle publicaron el estudio llamado "The Cost of Air Pollution: Strengthening the economic case for action". Esto también ilustra el desafío al medio ambiente y la lógica económica que enfrentan los países en sus esfuerzos por hacer frente a la contaminación atmosférica crónica. Se estima que 5.5 millones de vidas se perdieron con enfermedades asociadas con la contaminación del aire en 2013. Más del 90% de esas muertes prematuras fueron atribuidas a la contaminación del aire se produjo en países en desarrollo en niños menores de 5 años. Los países de bajos ingresos con 60 veces más probabilidad de morir a causa del a exposición al aire contaminado, sostiene el reporte.

En 1990 había 2.6 trillones de dólares en welfare losses por la contaminación del aire en todo el mundo (en términos de dólares de 2011, ajustados a la paridad de poder adquisitivo), con la contabilidad de Asia oriental durante aproximadamente una cuarta parte de eso. Pero desde entonces, el ascenso industrial de China ha contribuido a un aumento de la contaminación del aire en Asia oriental que conduce a una quintuplicación del welfare cost a 2.3 trillones de dólares en 2013, según los cálculos del banco. Esto extrae una carga económica considerable. Tanto en el Este de Asia como en el Sur de Asia, el costo de las muertes por contaminación del aire era equivalente a más del 7% de la producción económica regional en 2013.

Los países ricos también están perdiendo decenas de miles de millones de dólares al año a través de días de trabajo perdidos y welfare costs por las muertes prematuras. El aire sucio costó al Reino Unido 7.6 billones de dólares al año, Estados Unidos 45 billones y Alemania 18 billones. Zimbadwe, Malawi y la República Centroafricana se encontraban entre los países menos contaminados del mundo, pero Liberia tuvo costos laborales perdidos más bajos entre los países en desarrollo (25 millones de dólares). Uruguay perdió sólo un 0.03% de su PBI, con un costo de 17 millones de dólares, pero Islandia -con sólo 400.000 personas, poca industria y los costos es sólo 3 millones de dólares -emergió como el país más limpio del mundo en general.

Urvashi Narain, economista medio ambiental del Banco Mundial dice que "La principal motivación para este informe fue realmente destacar el desafío del aire contaminado. Cuán extendido está. Y también presentar un caso económico para que los países actúen. Los países no pueden ignorar este problema. Tienen que actuar".

El estudio dice que "un 90% de la población en países de ingresos bajos y medios está expuesta a peligrosos niveles de contaminación ambiental". "Cuando decimos contaminación ambiental del aire estamos hablando realmente de pequeñas partículas que están en nuestro alrededor en el aire que estamos respirando. Hay muchas diferentes fuentes de esas partículas que son realmente una trigésima parte del tamaño del cabello humano. Entonces son muy, muy pequeñas", agrega Narain.

Es la cuarta causa de muerte prematura en todo el mundo después del tabaquismo, la dieta y la obesidad, y debe conducir a los cánceres de pulmón y el corazón, y enfermedades respiratorias. La contaminación del aire es responsable en más de seis veces el número de muertes causadas por la malaria.

La Organización Mundial de la Salud dice que la mayoría de esas pequeñas partículas provienen de la combustión de combustibles en las industrias, plantas energéticas, automóviles y camiones y cocinas. El estudio dice que en 2013 "cinco millones y medio de vidas se perdieron por enfermedades asociadas con contaminación del aire exterior y en las casas". El cáncer de pulmón, asma, desorden pulmonar obstructivo crónico o COPD, por sus siglas en inglés, e infecciones respiratorias están asociados con la contaminación del aire. También puede contribuir a enfermedades cardiovasculares.

Influyentes economías del Banco Mundial dicen que los países de ingresos bajos y medios deben atender estos problemas como parte de sus planes de desarrollo. Según el informe, que se basa en los últimos datos globales correspondientes a 2013, China perdió cerca del 10% de su PBI por la contaminación, India un 7% y Sri Lanka y Camboya un 8%. Sin embargo, aunque en menor medida, también las economías desarrolladas sufren los efectos de la contaminación, con Estados Unidos perdiendo cerca 45.000 millones de dólares ese año, Alemania 18.000 millones y el Reino Unido 7.600 millones.

"La contaminación ambiental es un reto que amenaza el bienestar humano elemental, que perjudica el capital humano y físico, y limita el desarrollo económico", señaló la vicepresidenta para Desarrollo Sustentable del Banco Mundial, Laura Tuck, en un comunicado de prensa. Por ello, Tuck agregó que "apoyando ciudades más limpias y más inversiones en fuentes limpias de energía, podemos reducir las emisiones peligrosa, desacelerar el cambio climático y salvar vidas".

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) vaticinaba en otro informe aparecido este verano que la contaminación del aire causará de seis a nueve millones de muertes prematuras al año para 2060 y supondrá un coste del 1% del Producto Interior Bruto global (entorno 2,6 trillones de dólares al año) como consecuencia de bajas por enfermedad, gastos médicos y reducción de la producción agrícola. Así lo afirmaba el llamado  informe sobre “Las Consecuencias Económicas de la Contaminación del Aire” elaborado por la OCDE.

Para aumentar las preocupaciones, en los últimos días se supo que los desechos tóxicos de la contaminación del tráfico pueden, literalmente, llegar a tu cerebro.  Al menos eso se desprende de la evidencia presentada en un estudio realizado en muestras de tejido cerebral. Investigadores de la Universidad de Lancaster, Inglaterra, descubrieron que pequeñas partículas de metal que se desprenden de los gases de escape de la combustión pueden introducirse por la nariz y viajar hasta el cerebro humano. Una vez allí, sugieren los científicos, pueden causar daños en el cerebro y contribuir, por ejemplo, a la enfermedad de Alzheimer. El hallazgo, afirman los investigadores, presenta una nueva serie de preguntas sobre los riesgos de la contaminación ambiental en la salud.

Para el estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), los científicos analizaron muestras de tejido cerebral de 37 personas: 29 de ellas, de entre 3 y 85 años, habían vivido y muerto en la Ciudad de México, una zona notoriamente contaminada. Las otras ocho personas habían vivido en Manchester, Inglaterra, tenían entre 62 y 92 años, y algunos habían muerto a causa de enfermedades neurodegenerativas de diversos grados de gravedad.

Ya se sabía que las nanopartículas de hierro pueden estar presentes en el cerebro, pero por lo general se asume que éstas provienen del mineral que se encuentra de forma natural en nuestro organismo y que se deriva del alimento. Pero lo que los investigadores encontraron ahora son partículas de otro tipo de mineral, la magnetita.

¿La agricultura entre los responsables de la contaminación del aire?

El campo se supone que ofrece un escape sano del tizó del smog de la ciudad, pero una nueva investigación sugiere que este no es el caso para las personas que viven cerca de un montón de cerdos, vacas y pollos de granja. El aire alrededor de los "hotspots" de cultivo puede ser tan arriesgado para respirar mientras que en una cuidad congestionada de tráfico, según Dr Lidwien Smit, autor principal de un estudio financiado por el gobierno en los Países Bajos.

"Si se habla de la contaminación del aire, la gente siempre piensa "Oh, eso es un problema urbano” y por supuesto lo es", dijo Dr.Smit, un epidemiólogo ambiental en la Universidad de Utrecht. Pero la mayor contribución a las muertes relacionadas con la contaminación del aire en Europa proviene de la agricultura, "y nadie sabe esto realmente", dijo. Las granjas intensivas en particular, deben ser sometidas a las mismas estrictas normas de contaminación como otras industrias, agregó.

Los científicos ya han establecido que la agricultura contribuye a crear la bruma de contaminación que se desplaza a través de muchos países. El estudio holandés es uno de los primeros en utilizar las pruebas de salud física para medir el impacto de los parques en la salud de los residentes cercanos. Uno de los principales culpables es el amoníaco liberado de la orina y las heces de los animales. Se puede combinar con otras sustancias en la atmósfera para formar un tipo de contaminación del aire conocido como material particulado y partículas microscópicas lo suficientemente pequeños para ser inhalados que se han demostrado afectan a los pulmones y la salud del corazón.

Alrededor del 94% de las emisiones de amoniaco en Europa proceden de la agricultura, según datos oficiales, principalmente de las actividades como el almacenamiento de estiércol o purines. Dr Smit y sus colegas probaron casi 2.500 adultos en un área rural en el sur-este de los Países Bajos, donde la propagación de las ciudades y los pueblos significa que las personas viven relativamente cerca de las granjas porcinas, vacunas y avícolas que salpican la región. El área es hogar de alrededor de 1 millón de personas y 6 millones de cerdos, dijo Smit.

Los evaluados tuvieron que inhalar profundamente y soplar con fuerza para medir qué tan bien sus pulmones funcionan. Después de ajustar por edad, sexo y otros factores tales como la historia del tabaquismo, los investigadores descubrieron la función pulmonar de las personas que viven a menos de 1km de 15 o más granjas fue en promedio 5% peor que la de las personas que viven más lejos de este tipo de granjas.

Eso puede no parecer mucho, dijo Dr. Smit, pero sigue siendo significativa. "Puede ser clínicamente relevante, especialmente en aquellos con una función pulmonar ya comprometida", dijo.

La investigación también encontró una correlación entre la salud pulmonar y los altos niveles de amoníaco. Cuando la gente hizo los test después de monitorear la calidad del aire local mostraron que la concentración media semanal del amoníaco se había incrementado en 10 microgramos por metro cúbico, la lectura de la función pulmonar fue típicamente 4% peor que cuando los niveles de amoníaco fueron menores. Esto se observa en adultos sanos, así como aquellos con condiciones respiratorias existentes, según el estudio, que está previsto para ser presentado en el congreso internacional European Respiratory Society.

Los resultados subrayan la necesidad de que los gobiernos tomen medidas más contundentes contra la contaminación agrícola, dijo el profesor Stephen Holgate, presidente del consejo científico de la sociedad. "Se plantea una cuestión muy importante", dijo, y agregó que era necesario hacer un mucho mejor seguimiento de la polución agricultura intensiva "que se extendió por todo el vecindario".