La esperanza de que la demanda de acero continuará creciendo llevó a una producción mundial récord de 1,5 mil millones de toneladas el año pasado, mientras la demanda real llegó sólo a 1,36 mil millones de toneladas, según World Steel Association. Europa y China son las dos mayores incertidumbres de la industria. En Europa, la crisis de deuda restringió dinero del presupuesto de infraestructura pública y mató el apetito por préstamos para proyectos de construcción. “La demanda en Europa cayó de 200 millones de toneladas por año a 150 millones de toneladas, y tendrá dificultad para recuperarse”, dijo Mittal.

El presidente del gigante mundial siderúrgico afirmó que “la situación económica actual es la más grave desde el inicio de la crisis financiera, hace cuatro años”, y “en las economías que se encuentran en una grave recesión, es contraproducente recortar el gasto público también rápidamente”. Mittal añadió, en este punto, que «hay lecciones que aprender de la respuesta adoptada por EE UU», con la adopción por parte del Gobierno “de políticas pro-activas y decisiones que han apoyado el crecimiento”. Y se refirió en concreto al programa TARP, destinado a recapitalizar los bancos, y a las dos grandes inyecciones de liquidez realizadas por la Reserva Federal, además de la “difícil pero necesaria restructuración de la industria automotriz”.

Pero hay una medida en la que Lakshmi Mittal centró especialmente la atención y que calificó de “particularmente valiosa”: la “Buy American”, que consistió básicamente en que todas aquella obra pública o edificio financiados o adquiridos por el Gobierno federal debía utilizar hierro y acero fabricado en EE UU.  “Yo creo que Europa debería estimular el crecimiento mediante la aportación de fondos disponibles para invertir en infraestructuras y, al mismo tiempo, intensificar los esfuerzos para reducir la burocracia, poner en práctica la reforma estructural del sector servicios, reconocer la importancia de la innovación y la liberalización del mercado de trabajo”, afirmó.

Mittal ha hecho un llamamiento para desarrollar políticas de crecimiento en Europa, si bien ha advertido de que la austeridad también podría ser "parte de la solución", siempre y cuando no dañe el crecimiento. Para el magnate indio, las políticas de austeridad en Europa "se han adoptado con la mejor intención, pero por desgracia no están funcionando". "Ahora se necesita un plan claro para evitar el colapso de la zona euro" y "debería practicarse algún tipo de integración fiscal o bancaria", afirmó.

Es preciso poner en marcha medidas "que mejoren la economía real" y que pasen por ofrecer "más fondos para invertir en infraestructuras" al tiempo que "se reduce la burocracia, se aplican reformas estructurales del sector servicios y se reconoce la importancia de innovar y liberalizar el mercado laboral", señaló. "Europa no va a ser competitiva si sus horas anuales de trabajo son solo de unas 1.600, frente a las más de 2.000 en Estados Unidos. Y la mejora de la competitividad debería ser el objetivo", señaló.

China, donde la demanda fuerte sostuvo en gran medida la industria mundial, está perdiendo aliento. Luke Folta, analista del banco de inversión Jefferies & Co., disminuyó su previsión para el crecimiento del consumo de acero en China este año del 8,5% a un 7,5%. Un crecimiento menor del consumo en China implica que los productores de acero del mundo buscarán otros mercados. Implica, también, que los productores chinos van a depender cada vez más de exportaciones.

Las siderúrgicas chinas produjeron una media de 2 millones de toneladas de acero por día en el periodo de 1 al 10 de junio, caminando para alcanzar los niveles récords de producción registrados en mayo, una vez que las grandes compañías aumentaron la producción, como muestran datos de la Asociación del Hierro y del Acero de China (Cisa), divulgados este miércoles. Los stocks totales de las grandes y medias siderúrgicas en los 10 primeros días de junio eran de 115,1 millones de toneladas, un aumento de 0,14% ante el periodo anterior, y 35% en comparación a un año atrás.

A pesar de pequeñas y medianas siderúrgicas que comenzaron a reducir la producción, datos de Cisa muestran que los grandes productores de China, mayor productora y consumidora de acero del mundo, aumentaron la producción a fin de obtener ganancias de economías de escala, lo que podría ayudar a ampliar los márgenes de ganancias. A pesar de la lenta demanda, la producción de acero en el país continúa alta, una vez que las siderúrgicas prefieren continuar con pequeños márgenes de ganancias, a perder su espacio de participación en el mercado para rivales del fragmentado sector siderúrgico de China.

La débil demanda, sin embargo, debe en breve alcanzar a las siderúrgicas, afirmó Hu Yanping, consultor de la empresa CUsteel. "Nosotros estamos comenzando a ver cada vez más empresas extendiendo sus periodos de mantenimiento, debido a una combinación de baja demanda y baja rentabilidad. La producción, entonces, probablemente se caerá en junio", dijo Hu. Los precios del acero chino, medidos por los futuros en Shanghai, registraron una caída de 1 por ciento este año.

La deficitaria industria siderúrgica china necesita más que un estímulo. El sector tuvo unos números rojos de 1.000 millones de yuanes en el primer trimestre del año. Ahora, los productores están devolviendo los pedidos de los proveedores de mineral de hierro, y los precios de los insumos están cayendo. El problema es la desenfrenada expansión, y un ciclo impulsado por la política, no por los beneficios.

Desmintiendo los miedos de un exceso de oferta de acero chino en los mercados globales, la mayoría de la producción adicional ha sido absorbida en el mercado local. Las exportaciones netas de acero chino no son más grandes ahora que en 2006. En casa, sin embargo, el exceso de capacidad es mordaz.

Los márgenes de rentabilidad de la industria son negativos. Su utilización ha pasado de estar por encima del 95% en los primeros años de la década del año 2000 hasta el 83% este año. Por debajo del 90%, los fabricantes luchan por vender por mucho más que sus costes. Los márgenes operativos de China están entre los más bajos del mundo. El cierre de las plantas es la respuesta obvia, pero hay un punto muerto político. El del acero sigue siendo un sector con muchos empleados, y a los gobiernos regionales les interesa mantener las plantas activas. Si las fábricas no son cerradas, pasará mucho tiempo antes de que el mercado se equilibre. Dicen que el PIB chino crece un 6% anual en el medio plazo y necesita un 0,6% más de acero para cada punto adicional del PIB. Llevará seis años que la producción crezca lo suficiente desde las actuales 680 toneladas. Los fabricantes se preparan para una triste década.

Las importaciones de Estados Unidos, que se beneficiaron de una demanda relativamente fuerte de los sectores de automóviles y manufactura, crecieron un 18,8% en los primeros cuatros meses de este año, según los datos de la firma Global Trade Information Services. Los líderes de la industria americana ya dijeron que están preparados para entrar con una queja comercial se que las importaciones continúen en ese ritmo. Rusia, Turquía y China son considerados los principales blancos de posibles quejas comerciales, dicen ejecutivos del sector. Por otro lado, los sectores gemelos de automóviles y combustibles continúan brillando en los Estados Unidos.

En Estados Unidos, la previsión de crecimiento del PBI para este año es del 2,1%, un índice nada despreciable para un país de aquel tamaño. Eso es importante. Mucha gente no nota, pero la economía americana crece - lenta, gradual y constante - desde la crisis. El desempleo aún no cedió de forma efectiva ni el sector de construcción de residencias reaccionó, pero vemos recuperación en varios sectores, como el automotriz y aquellas conectadas al área de energía. Esa es una noticia muy positiva. China prevé PIB del 8,2%, no más los un 12% de varios años atrás; la India, alrededor del 7%, y el propio Brasil, un 2,7%. No son las tasas de crecimiento que todos gustarían, pero son índices de crecimiento. Pero, de momento, ella está bien contenida en los países de la zona del euro, afectando los mercados financieros de los países, esparciendo miedo de quiebra de bancos, como en España. China, por ejemplo, que es un grande compañero comercial de Europa, puede tener impacto. Ya vemos eso en la desaceleración del país.

André Gerdau Johannpeter, director presidente de Gerdau Group, de Porto Alegre, dijo que el mercado automotriz de Estados Unidos está recuperándose. Es importante "separar lo que es una crisis [en Europa] y lo que es una desaceleración", dijo el ejecutivo, refiriéndose al crecimiento de la demanda fuera de Europa. Gerdau Group descuerda en que haya una crisis global de la economía, como ha sido tratado por los medios de comunicación. Europa, sí, vive una crisis, con un PBI negativo, pero el resto del mundo pasa por un proceso de desaceleración económica. “Estados Unidos tienen previsión de crecimiento del PBI del 2,1% y vienen creciendo desde la crisis global de 2008/09. No en la velocidad que todos gustarían. Es lenta, pero gradual y constante". Para Gerdau, esa es una noticia alentadora. Es muy importante la distinción entre crisis y desaceleración. El riesgo es esa crisis de los países de la zona del euro contagiar los demasiados mercados.

Brasil, afirmó, con las medidas tomadas por el gobierno de estímulo al consumo, con reducción de impuesto en la producción de automóviles y aumento de plazo para financiación a los inmuebles, deberá mostrar mejorías en el desempeño económico en el segundo semestre. "Creemos que el PBI promedio del 2,7% sólo refleja esa primera parte del año, que fue débil". El gran salto del país, sin embargo, observó el empresario, sólo vendrá con las grandes reformas estructurales - cuestiones tributaria y laboral, infraestructura e intereses, que van a dar más competitividad a la industria en el país - aliadas a inversiones pesadas. "Eso sería el próximo salto de Brasil, con inflación dominada e interés tendiendo a caminar hacia bajo".

Peter Marcus, socio director de World Steel Dynamics, dijo que la buena noticias "es la age of ultrahigh prices por recursos naturales se acabó". Eso significa, dijo, que los steelmakers well-run serán capaces de sobrevivir mediante la gestión de costos.

Reducción de costos en las siderúrgicas japonesas

Nippon Steel pretende reducir costos en 100 mil millones de yens hasta marzo de 2013. La valorización de la moneda local dejó a la siderúrgica en desventaja competitiva con sus rivales en Asia, forzando a la empresa a continuar con una política de rigurosos ajustes. Los cortes, en su mayoría, están relacionados al uso de carbón pulverizado y otros esfuerzos para hacer con que los costos de producción reculen. Se estima que el carbón de baja calidad cueste hasta un 20% menos que la materia prima de alta calidad utilizada en los grandes hornos.

La siderúrgica también va a reducir sus índices de defecto y continuará reciclando polvo de hierro oriundo de la producción. Las reducciones previstas en la fusión con Sumimoto aún no se concretaron. La economía puede ser aún el mayor caso de las líneas de producción de las siderúrgicas se consoliden después de la operación. Sumimoto, por su parte, quiere reducir costos del orden de los 30 mil millones de yenes. El último año fiscal, Nippon Steel también hizo una contención de 100 mil millones de yenes, mientras Sumimoto economizó 42 mil millones de yenes. Ninguna de las dos empresas pudo superar el alto precio de la materia prima para los productores de metal y Sumimoto tuvo que acarrear con altos costos para reestructurar sus trabajos en Kashima, después del terremoto.